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Diego

lunes, 1 de febrero de 2016

PSICOTERAPIA INTEGRAL FORMAN



INTERVENCIONES PARA LOS ESTADIOS PERSONAL-MEDIO,
PERSONAL-TARDÍO Y TRANSPERSONAL
Este capítulo explora las intervenciones disponibles en torno al
desarrollo de dos tipos de clientes adultos, la persona que ha
alcanzado una identidad adulta estable en línea con las normas
sociales-, así como los que han logrados las etapas
postconvencionales y transpersonales. Las preocupaciones
concernientes al primer grupo, además de las que se han
incorporado de las etapas más tempranas del desarrollo, se
centrarán en hacer frente a los patrones de pensamiento
desadaptativos, problemas con la identidad individual, la vida
laboral y las relaciones interpersonales, aumentar la conciencia
corporal y emocional, y una reflexión más profunda sobre el
impacto de la infancia y la adolescencia en el presente. Las
preocupaciones concernientes al segundo grupo se centrarán en
cuestiones existenciales, la paradoja del tener y las dolorosas
contradicciones internas, la autenticidad, estando en el "aquí y
ahora", y, finalmente, aprender a vivir la vida con menos
identificación con el ego y con los filtros conceptuales.
Intervenciones apropiadas para el nivel racional-autónomo y
relativista-sensibles (y más allá)
Terapia Cognitiva avanzada y Pruebas de Realidad:
Como se mencionó anteriormente, en la terapia cognitiva el
enfoque principal es el cuestionamiento y el desafío de las
creencias acerca de la realidad y del sí mismo. ¿Cómo nos
explicamos a nosotros mismos cuando alguien significativo
rompe con nosotros, o no conseguimos el trabajo que
queremos? ¿Fue porque no fuimos lo suficientemente atractivos
o interesantes? ¿Fue porque nuestro currículum era débil o
porque que no teníamos el estilo de la personalidad que el
entrevistador estaba buscando? ¿Fue porque Dios nos está
conduciendo a mejores cosas, o tal vez porque Dios nos castigó
porque hicimos cosas malas en el pasado? Por supuesto, las
interpretaciones también son importantes para el éxito. ¿Por
qué alguien cree que consiguió el trabajo de sus sueños? Fue
pura suerte, un contacto de la familia, o porque trabajó durante
años para estar calificado?
En muchos casos, las interpretaciones de los acontecimientos de
ciertas personas no son distorsionadas, son neutrales. Sin
embargo, cuando se trata de cuestiones que requieren atención
clínica o terapéutica, por lo general hay algo excesivo o
distorsionado en la interpretación. Y hablando en términos
clínicos-y desde la perspectiva integral-la distorsión o mala
interpretación generalmente está arraigada en las reglas y
esquemas absorbidos en la infancia; después de que uno ha
desarrollado la capacidad para entender las reglas, pero antes de
tener la capacidad de cuestionar lo que se aprendía. Estas
creencias simples son transportadas a la edad adulta donde no
pueden dar cuenta de la complejidad real de la vida.
Un área donde la gente comúnmente se encuentra con las
limitaciones de las creencias provenientes de la infancia es en
las relaciones. La mayoría de la gente sale de la infancia con
alguna imagen de su pareja ideal. Muy a menudo, esta persona
tiene un conjunto intimidante de cualidades positivas, él o ella
aparece como un complemento perfecto para nosotros, en lugar
de un ser humano con sus fallas. Tendemos a experimentar
nuestra primer relación de amor en estos términos-proyectamos
estos ideales en nuestra pareja. Muchos de nosotros nos
ajustamos a una visión más terrenal de las relaciones a medida
que envejecemos. Otros, sin embargo, se aferran a estos ideales
y son atormentados por los mismos. Cuando se encuentran con
una pareja con fallos o una pareja tardía en la vida, la diferencia
entre la creencia y la realidad se revela de forma dolorosa.
"Pensé que mi esposa (esposo, novio, novia) iba a ser diferente”.
El secreto del trabajo cognitivo es que estas sencillas creenciasya
sea sobre relaciones, personalidades, nuestros cuerpos, Dios o
la muerte, nunca pasan el escrutinio del examen crítico. Cuando
una persona desarrolla la capacidad racional, ya sea en la
adolescencia o la edad adulta, y está dispuesta a examinar estas
creencias, entonces el cuestionamiento lleva a exponer las
falencias de la creencia. La creencia de que parecía realmente
atemorizante, cuando se la examina revela una realidad más
amable. Y lo que se veía como la única posibilidad revela su lado
oscuro. La exploración cognitiva muestra a la gente como una
creencia puede ser parcial o infundada y cómo se tiene que
considerar una evidencia más completa, la experiencia real (en
contraposición a los resultados fantaseados), así como otras
perspectivas.
Un ejemplo compacto y elegante de trabajo cognitivo se
encuentra en los escritos de Byron Katie (Katie y Mitchell, 2002).
Aunque el modelo adquiere verdadera importancia más
adelante en el desarrollo, se comunican algunos de los
elementos esenciales de la terapia cognitiva que son apropiados
para los clientes en la etapa racional-autónoma.
El enfoque de Katie consiste en tomar una fuerte creencia
generadora de malestar y examinarla mediante cuatro preguntas
básicas, y hacer un “cambio de rumbo”.
El “cambio de rumbo” consiste en afirmar la creencia en el
sentido contrario, produciendo un cambio en su cabeza. El
objetivo del ejercicio no es necesariamente para cambiar la
creencia, aunque eso podría suceder, sino para abrir a la persona
hacia otras posibilidades y puntos de vista, disminuyendo así el
poder de la creencia.
Las cuatro preguntas, más el “cambio de rumbo” son:
1. ¿Es cierto?
2. ¿Puedes estar absolutamente seguro de que es verdad?
3. ¿Cómo reaccionas cuando piensas ese pensamiento?
4. ¿Cómo sería tu vida sin ese pensamiento?
5. Cambie de rumbo. Indique el opuesto del pensamiento.
Imaginen una mujer que se siente traicionada por su ex-marido
que la dejó. "Mi esposo me traicionó", podría ser su creencia
angustiante. La primera pregunta, "¿Es verdad?" pretende
ayudar a la persona a reflexionar sobre esta idea quizás por
primera vez. En este caso, la mujer, utilizando su capacidad
racional podría darse cuenta de que su concepto de "traición" se
basa más en una creencia infantil de lealtad que en la
complejidad de las relaciones adultas donde rara vez hay una
explicación negro y blanco para cualquier cosa. Nuevos diálogos
pueden surgir de esto.
La segunda pregunta: "¿Puedes estar absolutamente seguro de
que es verdad?" La idea es hacer eco de la primera pero de una
manera más fuerte. Muchas personas que tienen una creencia
dolorosa admitirían en este punto que, aunque sientan que su
creencia particular es cierta, no pueden estar absolutamente
seguros de ello. La segunda pregunta es una llamada a
reconocer cuánta incertidumbre existe en términos de lo que
podemos conocer. Puede haber una serie de otras explicaciones
que expliquen la partida del marido además de la traición.
Estas preguntas pueden socavar la creencia, o puede que no. La
mujer todavía puede decir: "Sí, estoy totalmente segura de creer
que mi esposo me traicionó." La tercera pregunta viene de un
ángulo diferente. Al preguntar, "¿Cómo reaccionas cuando crees
en ese pensamiento?" se le da la oportunidad de explorar las
consecuencias de una determinada interpretación, aunque ella
crea o no que sea cierta. La mujer podría darse cuenta de que el
pensamiento de que su marido la traicionó hace que guarde un
sentimiento amargo, de víctima o de enojo consigo misma y con
la vida en general.
La cuarta pregunta expande la idea de las consecuencias
pidiendo a la mujer que imagine lo que sería la vida sin el
pensamiento. Ella podría responder que se sentiría más feliz,
más libre o más en paz si no tuviera la creencia. En esencia, ella
está utilizando la capacidad de su pensamiento operacional
formal para plantear la hipótesis de un yo diferente que no está
sujeto a esta forma de pensar. Un nuevo self es concebido en la
imaginación y pueden seguirle nuevos comportamientos y otras
intervenciones terapéuticas.
Finalmente se le pide a la mujer que de vuelta la creencia, para
convertirla en una declaración opuesta. Este último paso no sólo
se ocupa de guiones cognitivos per se, sino que comienza a
estudiar el tema de la psicodinámica y las tendencias proyectivas
. También fomenta la responsabilidad y la autonomía, las
características claves de desarrollo racional-autónomo. (No hace
falta decir, que este tipo de intervención debe ser utilizado con
cuidado, y se debe evitar con los clientes que luchan con
sentimientos elevados de culpa o auto-castigo.)
Un posible “cambio de rumbo” para esta creencia podría ser:
"He traicionado a mi esposo." La mujer puede darse cuenta de
que en varios sentidos no participó plenamente de la relación o
no se abrió emocionalmente con su marido- que ella también lo
había traicionado de una manera y había contribuido con su
parte para poner fin a la relación. Otra respuesta podría ser: "Yo
quería que mi marido me traicione”. La mujer puede darse
cuenta de que ella tenía una creencia preexistente de que los
hombres siempre la traicionan y que, en cierto modo, genera
una extraña satisfacción la confirmación de la creencia por
dolorosa que sea. Estos son algunos ejemplos posibles – el
contenido de la respuesta del “cambio de giro” se le aparece a la
paciente.
El modelo de Katie (Katie y Mitchell, 2002) es sólo un ejemplo de
cómo trabajar con los pensamientos desadaptativos o
generadores de malestar. Los terapeutas encontrarán muchos
otros durante su educación de grado y postgrado –
especialmente Beck (Beck, Rush, Shaw, & Emery, 1987) y Ellis
(Ellis y MacLaren, 2005) son buenos acercamientos a la terapia
cognitiva. Importa relativamente poco qué forma de terapia
cognitiva se utiliza. Mientras el terapeuta tenga una técnica para
ayudar exponer las creencias simples a la luz de la razón crítica,
podrá ayudar a los clientes que estén dispuestos a participar de
este proceso.
Psicodinamia interna
Los enfoques psicodinámicos sugieren que existen tensiones
innatas, impulsos, y "energías" en el trabajo de la psique
humana. Una característica central de teoría psicodinámica (a
partir de Freud) es que estas "energías" están en conflicto entre
sí. Hay varias variantes de esta idea. Freud tiene una teoría
centrada en las energías sexuales y agresivas (o "id") en conflicto
con el ego (el yo consciente) y el superego (la conciencia) para
dar lugar a tendencias neuróticas. El enfoque psicodinámico de
Jung sugirió que la tensión en la psique tiene que ver con los
complejos de recuerdos, sentimientos, y las imágenes que se
forman alrededor de los instintos humanos profundos o
"arquetipos" heredados del inconsciente colectivo. Y tal vez el
enfoque psicodinámico más popular, el de las relaciones
objetales, se centra en los conflictos con las imágenes de los
principales cuidadores que fueron internalizadas en la primera
infancia (por ejemplo, en la etapa emocional-relacional). Estas
imágenes corresponden a experiencias con el principal cuidador
como proveedor o empático y, alternativamente, como
negligente o colérico. Estos primeros introyectos ayudan a
formar en la persona el sentido de sí mismo y también se
proyectan en los demás durante toda la vida. Si la temprana
experiencia de la relación de formación fue negativa, esto se
traducirá en neurosis o en tendencias proyectivas irracionales y
un sentido inestable del self.
Cualquiera sea la mirada - podríamos pedir prestadas las ideas a
las tres en la práctica , dependiendo de lo que creamos que sea
útil- todas las escuelas psicodinámicas tienen esto en común:
Las tensiones y los conflictos que se desarrollan temprano en la
infancia están en el inconsciente. "Inconsciente", por supuesto,
no significa inactivo, estas tensiones se expresan activamente a
través de todas las clases de pensamientos y comportamientos a
través de la vida. Inconsciente simplemente significa que hay
aspectos de la identidad de una persona de la cual él o ella no es
consciente. El objetivo del enfoque psicodinámico es hacer que
estos conflictos se hagan conscientes, para permitir a la persona
ver cómo el inconsciente sumergido se expresa en la vida
cotidiana. Una persona es por vez primera verdaderamente
capaz de ello en el estadio racional-autónomo.
Tal vez la forma más sencilla de obtener una perspectiva de las
tensiones inconscientes más profundas es contar la historia de la
propia infancia. A pesar de que parezca un cliché , un terapeuta
que pide a un cliente "Háblame de tu infancia" usa un cliché
sumamente útil. Muchas personas nunca han tenido la
oportunidad de hablar sobre sus experiencias de crecimiento con
una escucha atenta y empática. Solo con tener esa oportunidad
el paciente puede logra un insight.
Un segundo modo de ayudar al cliente a obtener conocimientos
psicodinámicos es a través del vehículo de la relación
terapéutica. Como se mencionó anteriormente es un principio
básico de la teoría psicodinámica , y en particular en la teoría de
las relaciones objetales que las primeras experiencias con el
cuidador principal se proyecten luego hacia afuera, hacia los
demás. La gente ve a los demás a través de la lente que ve la
forma en que fueron tratados cuando eran niños pequeños . En
el lenguaje freudiano esto es conocido como transferencia . La
relación terapéutica es especialmente propensa a hacer aparecer
la transferencia- que tiende a activar estos primeros
sentimientos más que en la mayoría de los otros tipos de
relaciones . La razón de esto es que el del terapeuta se coloca en
un papel casi paternal. El terapeuta por lo general se considera
como una persona cálida , empática , que está allí para atender a
las necesidades del cliente (y no a sus propias necesidades ) y
como una voz firme de orientación en momentos difíciles . Este
es claramente el modo en que la mayoría de la gente describiría
al padre ideal.
Por tanto, la relación terapéutica puede activar aspectos
importantes del inconsciente sumergido. Si las primeras
experiencias del cliente carecían de calidez y el terapeuta es
capaz de conectar con el cliente, entonces la transferencia del
cliente será positiva; el cliente proyectará en el terapeuta "los
buenos" aspectos de sí mismo que nunca fueron adecuadamente
espejados y apoyados. El terapeuta se convierte en el "buen
padre." Sin embargo, si el terapeuta no puede satisfacer
empáticamente al cliente o lo decepciona -y esto se produce en
algún momento y en alguna medida en todas las relaciones
terapéuticas entonces surgen sentimientos negativos y se
proyectan hacia el exterior. El terapeuta se convierte en el
"padre malo".
Por supuesto, la transferencia no sólo se relaciona con la
capacidad del terapeuta para conectar empáticamente con el
cliente. Un cliente puede influenciar inconscientemente el curso
de la relación basada en la necesidad. En una variación, el cliente
puede desviar los mejores intentos del terapeuta por conectar y
puede trabajar activamente hacia el conflicto o hacia una
terapia fallida. En este caso, el cliente parece necesitar el
terapeuta para representar el cuidador decepcionante, de modo
que el cliente tiene la oportunidad de experimentar esos
sentimientos en ese momento. En otra variante, el cliente puede
idealizar al terapeuta, el terapeuta no puede hacer nada mal. En
este caso parece que el cliente necesita experimentar un buen
funcionamiento paternal, incluso si él o ella se tiene que poner
gafas de color de rosa para hacerlo. Esto no es sorprendente.
Aquellos cuya primera experiencia fue negativa no tuvieron
tiempo para ver el bien en los demás. El sentido de la privación
tiene que ser contrarrestado.
¿Cómo aborda el terapeuta estas profundas proyecciones en la
terapia? En primer lugar, el terapeuta puede seguir estas
tendencias inconscientes mediante el examen de sus propias
reacciones o contratransferencia hacia el cliente. Ser visto a
través del lente de otro inconsciente sumergido es un sutil
proceso psicológico así como una experiencia visceral. Cuándo
es visto a través del lente del padre positivo el terapeuta puede
notar la sensación de calidez, apertura, y la valoración del
cliente. El terapeuta puede ver al cliente como "especial" o como
un "cliente estrella." En la situación inversa, el terapeuta puede
notar una sensación de malestar físico y malestar en general, y
puede señalar el cliente como resistente o difícil para trabajar.
Los sentimientos de desprecio podrían incluso aparecer. No hace
falta decir, se necesita una gran cantidad de auto-conciencia por
parte del terapeuta para poder tener en cuenta estas reacciones
y usarlas con habilidad.
En cuanto a la intervención-y este es un tema muy complejo-el
papel del terapeuta en este proceso es tratar de frustrar de
manera óptima (Kohut, 1977) las fuertes tendencias proyectivas
en el cliente. Es decir, hay que redirigir suavemente las
proyecciones para que las energías que contienen puedan ser
reintegradas en el self. Por ejemplo, si el cliente da al terapeuta
demasiado crédito por sus propios cambios positivos y mejoras,
si el cliente tiene un desarrollo que se lo permite, el terapeuta
debe girar el exceso positivo de atención de nuevo en el cliente.
"Me estás dando mucho crédito por tu mejora. Pero, ¿ves lo
duro que has estado trabajando? " En caso de que el cliente
culpa al terapeuta por una supuesta falta de progreso, el
terapeuta debe ayudar al cliente a considerar su propia
responsabilidad en el cambio y el crecimiento. En términos de
desarrollo, hasta la etapa racional-autónoma, es probable que
estos procesos se hagan más conscientes en la relación por el
terapeuta. Desde la etapa racional-autónoma y más allá, es más
probable que el cliente comience a darse cuenta de sus propias
tendencias proyectivas. "He notado lo mucho que espero que me
rescates ya que eres mi terapeuta. Creo que hago esto en mis
relaciones con la autoridad " Cuando un cliente es capaz de esto,
el terapeuta puede tomar una postura menos activa.
Por último, antes de abandonar el tema de la terapia
psicodinámica, vale la pena mencionar otros dos ejercicios útiles
para ayudar a los clientes a desarrollar una visión psicodinámica:
la imaginación activa y el trabajo con los sueños. En el uso de la
primera, el terapeuta puede pedir al cliente que se siente en
silencio con los ojos cerrados, que tome algunas respiraciones
profundas, y que se imagine como un niño de nuevo en la casa
donde vivió. ¿Qué es lo que el cliente nota en el entorno? ¿En
qué habitación se encuentra? ¿Qué tipo de emociones siente?
¿Está tranquilo o hay personas hablando? ¿Dónde están los
padres? Las respuestas a estas preguntas pueden luego ser
procesadas de muchas maneras.
Como se discutió en el capítulo 3, el objetivo de este enfoque no
es recuperar los primeros recuerdos de una manera objetiva
tanto como a la impresión imaginaria o simbólica del cliente
acerca de su infancia. Dicho de otra forma, el comportamiento y
las actitudes objetivas de los padres son menos importantes que
la forma en que lo percibe el cliente. Los primeros introyectos no
son exactos tanto como que son impresiones.
En cuanto al trabajo del sueño, puede ser una de las maneras
más eficaces para conseguir una impresión de las fuerzas
psicodinámicas de la persona, específicamente porque los
sueños (por definición) eluden el yo consciente y exponen el
inconsciente. Hay muchas formas de interpretación de los
sueños, pero yo prefiero hacer trabajo con los sueños en un
modo asociativo, pedir a una persona lo que puede asociar con
cada símbolo, sentimiento, o escenario dentro del sueño. La
ventaja de esta forma -en contraposición a la búsqueda de
símbolos universales - es que hay una mayor correspondencia
con la propia historia de vida del cliente y con su perfil
psicodinámico. Por ejemplo, el agua es a menudo entendida
como un símbolo universal o arquetipo de la emoción o, a veces,
de la sexualidad. A pesar de que podría ser una idea útil para
trabajar: ¿qué pasa si el agua tiene una asociación más
específica para un cliente? ¿Qué pasa si el cliente casi se ahoga
cuando él o ella era una niña o tenía un padre que estaba en la
marina, o tuvo una madre que era una ávida nadadora? El agua
en un sueño puede simbolizar diferentes sentimientos,
experiencias y aspectos de uno mismo, y estos significados más
personales asociativos pueden prevalecer sobre los significados
arquetípicos.
Avanzando en el aquí y ahora
En las expresiones avanzadas del aquí y el ahora, el terapeuta
ayuda al cliente a explorar las emociones e impresiones más
sutiles durante el período de las sesiones. Además, el terapeuta
debe buscar oportunidades para ayudar a los cliente a ver que lo
que está sucediendo dentro de la sesión y encontrar una relación
significativa con lo que ocurre fuera de ella.
Para más detalles sobre esto, sería útil revisar lo básico de las
intervenciones sobre el aquí y ahora. Emociones turbulentas
propias del desarrollo temprano-tal como una sensación de
temor o enojo- puede ser arrojada a en el aquí y el ahora de la
sesión. Si se está presente puede ser trabajado con ello y el
síntoma puede ser reducido
¿Pero qué sucede si ,por ejemplo, la emoción problemática no
está allí en el registro del aquí-y-ahora? ¿Qué hará con ello una
persona con un grado inferior del desarrollo? En mi experiencia
la ausencia de la emoción es probable que sea ignorada y no se
vea tan significativa para el sí-mismo. Personas con un grado
inferior del desarrollo tienden a enfocarse externamente y son
más propensos a ver los problemas psicológicos causados por las
circunstancias cambiantes, en lugar de tener factores causales
internos.
Los clientes que se encuentran en los estadios racionalautónomo
y relativista-sensible, sin embargo, han desarrollado
un fuerte sentido de la identidad personal que es relativamente
estable en los diferentes contextos. Ellos entienden el poder de
los pensamientos y las visiones de mundo, y son más propensos
a ver el factor interior en los problemas psicológicos que
generan. En este caso, la ausencia de la emoción puede ser
entendida como una oportunidad para explorar; los clientes
pueden querer saber por qué pensamientos temerosos o de
enojo no están allí, por qué las sensaciones corporales molestas
no están presentes, y cómo podrían reproducir los sentimientos
de calma relativa fuera de la sesión. Los clientes de estas etapas
también pueden comenzar a entender como los sentimientos
discretos pueden ser ventanas hacia temas y procesos
psicológicos subyacentes incluyendo las cuestiones derivadas de
la infancia.
Los clientes también pueden comenzar a utilizar el aquí y ahora
para obtener un mayor conocimiento acerca de cómo los
sentimientos cambian momento a momento y como emergen
sentimientos sutiles o conflictivos. Una sesión que se inicia con
un cliente que dice sentirse enojado en el aquí-y-ahora puede
moverse a través de varios cambios emocionales, por diferentes
tipos de emociones y finalmente encontrarse con una forma
completamente diferente de sentirse. A medida que avanza el
diálogo terapéutico, el terapeuta puede facilitar este
conocimiento chequeando de forma continua el registro de los
clientes de su aquí y ahora. Este proceso puede ayudar al cliente
a desarrollar una mayor capacidad de atención, y puede ser
visto como un precursor de intervenciones más avanzadas, en
dirección a lo que llamaremos contacto directo.
Cabe mencionar, sin embargo, que los clientes que se
encuentran en el estadio racional-autónomo normalmente
tienen una tolerancia limitada para las exploraciones del aquí y
ahora. En mi experiencia, los clientes en esta etapa tienden a
moverse o "rebotar" rápidamente del aquí-y-ahora y volver a
una narrativa más estándar basada en el “allí y luego”.
Esto es menos una resistencia que una limitación propia del
estadio. Una intervención en el aquí y el ahora es, de alguna
manera, muy íntima, ya que estamos pidiendo al cliente que
revele su experiencia inmediata, esto no es algo que uno tiende
a hacer en la vida cotidiana. Con clientes en la etapa relativista
sensible, el aquí y ahora se hace más disponible. Basado en el
deseo de desafiar el poder del pensamiento racional y obtener
más en contacto con el cuerpo y las emociones, estos clientes
pueden empezar a preferir el aquí y ahora a otras formas de
exploración.
Narrativa Compleja
Durante este período de desarrollo, el cliente tratará de armar
una más historia de vida compleja. Hay varias características
importantes que distinguen estas narrativas de las formas
básicas que participan en las etapas anteriores. En primer lugar,
la capacidad para formular la hipótesis impulsada por la
capacidad operacional-formal puede ayudar al cliente a pensar
más profundamente y de forma menos concreta sobre los
eventos formativos en su vida. El cliente no sólo será capaz de
recordar hechos concretos y sobre el efecto que han tenido sino
que además empezará a plantear la hipótesis sobre
comunicaciones implícitas y mensajes recibidos en la infancia. No
hace falta haber tenido la experiencia de recibir el mensaje "el
sexo es malo" o haber tenido un trauma sexual; puede que se
haya demostrado el modelo a través de algo tan simple como la
ausencia de aspectos positivos en la sensualidad en la relación
parental. La comunicación entre el niño y los padres puede ser
sutil. Y con el fin de contemplar lo que fue comunicado durante
los años de formación, cuando la memoria es vaga o inexistente
en el sentido episódico, es necesario tener la capacidad de
transportarse mentalmente "hacia atrás" en un "como si", de
imaginar lo que podría haber sido, sobre la base de lo que se
sabe o sospecha que sucede ahora, y darse cuenta de lo que
resuena como cierto para uno mismo. Cuando el pasado ,el
presente concreto, y el presente sutil se reúnen, la historia que
emerge tiene gran profundidad y complejidad.
En relación con esto, un cliente identificado con este estadio
puede empezar a notar un conjunto mucho más amplio y variado
de sentimientos en el self de lo que notaba anteriormente.
Durante los primeros estadios, los sentimientos son
relativamente bien definidos y dicotómicos- el cliente es
probable que diga estar feliz o triste, asustado o enojado. Desde
el estadio racional-autónomo y más allá, como el contexto y la
interpretación son reconocidos como fuerzas activas, la
conciencia del conflicto entre sentimientos mixtos aumenta
significativamente. La nueva narrativa debe adaptarse a estos
cambios. Para actualizar un ejemplo de una narrativa básica ya
usada en el texto, una clienta aprendió a contar una historia a la
manera de causa y efecto de cómo su padre abuso de ella y le
generó sentimientos de ira. En estadios posteriores, sin
embargo, esta cliente puedo comenzar a descubrir una imagen
más polifacética de cómo la ira, la tristeza, el amor, la nostalgia y
la culpa se entremezclaban en su historia, que puedo haberse
culpado a sí misma en lugar de a su padre, pudo haber
fantaseado con un diferente mundo en conjunto, y puedo haber
tratado de amar a su padre a pesar del abuso. La historia en esta
etapa se debe ampliar para dar cabida a estas posibilidades.
Por último, la narración tendrá que cambiar en el estadio
racional-autónomo con el fin de acomodarse a un sentido de sí
mismo que se distinga de las normas familiares y convencionales.
Esto no quiere decir que una persona se vuelva individualista. Un
individuo puede todavía ir a la iglesia (como su comunidad lo
requiere) y también puede decir "sí" a las muchas
responsabilidades que son ofrecidas por su familia y la
comunidad. La persona puede ser muy colectivista. Sin embargo,
la persona tendrá motivos nuevos e internos para elegir estas
opciones. Y estas razones tendrán que ser trazadas en un
examen de cómo la historia personal, la conciencia individual, las
presiones del contexto y motivaciones actuales se relacionan
entre sí. La historia y las expectativas dadas al individuo por los
demás, más allá de como él o ella hayan optado por responder,
ahora deben ser propiedad de la conciencia.
Terapia orientada al cuerpo
La hipótesis central de las psicoterapias basadas en el cuerpo es
que existe una interconexión dinámica entre la mente y el
cuerpo. Incluso la mente y el cuerpo se reflejan entre sí - que
los movimientos físicos tienen manifestaciones psicológicas y
contenidos psicológicos es demostrable gracias al movimiento y
la función del cuerpo. Debido a esto, el cuerpo es visto como
centro de enfoque legítimo en psicoterapia, y las terapias
verbales son parciales en su capacidad para promover la
transformación personal.
Existe una dimensión del desarrollo estructural que apoya este
punto de vista. Cuando una persona está fuertemente
identificada con la mente o con las necesidades que refuerzan
esa identificación como la mítico conformista y convencionalinterpersonal,
las terapias habladas pueden ser rutas más
directas y eficaces para facilitar el cambio. Sin embargo, en la
medida que el desarrollo procede en las etapas posteriores, y el
cliente ha integrado la mente y el cuerpo en un grado mayor, los
intercambios verbales que están divorciados de las formas no
verbales de intervención pueden perder su poder. Lo que
empieza a manifestarse es la necesidad de intervenciones que
involucren tanto a la mente como al cuerpo y que traigan los
elementos marginados del self, incluyendo los elementos del
inconsciente sumergido. Las terapias orientadas al cuerpo logran
estos objetivos, también ayudan al cliente a perfeccionar sus
capacidades intuitivas que caracterizan el crecimiento de esta
etapa tardía. Las psicoterapias orientadas al cuerpo son útiles en
su plena expresión con clientes que se encuentran en la etapa
racional autónoma, cuya identificación con los contenidos
mentales está muy desarrollada, pero que también tienden a la
supresión del cuerpo. La necesidad de las terapias basadas en el
cuerpo crecerá más durante las próximas etapas después de
esto.
Hay muchos estilos de terapia orientada al cuerpo, algunas de las
cuales son bastante sofisticadas (por ejemplo, Hakomi). No hay
manera de resumir adecuadamente estos sistemas aquí. Sin
embargo, podemos decir que funcionan de tres maneras
principales.
En primer lugar, las terapias somáticas fomentan el notar o
concentrarse en los movimientos físicos y sensaciones, de modo
que estos pueden ser conectados a contenidos psicológicos. "Me
he dado cuenta de que cuando empezaste a hablar de tu jefe,
apretaste tu puño. ¿Podrías centrarte en la sensación de apretar
el puño? ¿qué significa para usted? " En segundo lugar, muchas
formas de psicoterapia somática sugieren que una
persona realmente amplifica o exagera las respuestas físicas
como una manera de exponer sentimientos o provocar
pensamientos e imágenes. "¿Cómo sería apretar su puño más
duro, realmente apretar con fuerza? ¿Qué viene a continuación?
Finalmente, algunos enfoques de la psicoterapia centrada en el
cuerpo recomiendan una actuación de estas sensaciones físicas
en la terapia. El terapeuta sigue el movimiento de la sensación
física de la misma manera un terapeuta cognitivo podría seguir el
hilo de pensamiento en un cliente o un terapeuta centrado en
las emociones podría rastrear los sentimientos del cliente,
cuando se mezclan entre sí. Por ejemplo, apretar el puño puede
llevar a querer golpear algo, que podría conducir a una sensación
de opresión en el pecho, lo que podría dar lugar al deseo de
adoptar una posición fetal y con sentimientos de miedo o
abandono. A veces el terapeuta participa activamente en este
proceso mediante el tacto o facilitando ciertas acciones (como
sostener una almohada para que el cliente use los puños).
Durante el proceso, el terapeuta puede registrar las sensaciones,
pensamientos y emociones del cliente. Una vez que el proceso
físico ha llegado a la conclusión, los pensamientos y las
emociones se pueden procesar verbalmente e incorporar más
plenamente.
Dialogo de Subpersonalidades:
Desde el comienzo de la terapia el terapeuta puede comenzar a
ayudar a los clientes a reconocer que todo el mundo tiene
algunas partes o aspectos de sí mismos que no son fáciles de
controlar o entender. Al normalizar esto, el terapeuta puede
ayudar a que los clientes localicen los sentimientos y
comportamientos que se presentan durante las regresiones
temporales, cuando tienen “pasajes al acto”. Los clientes que
alcanzaron la etapa racional-autonoma llegarán a la terapia con
un reconocimiento parcial de que tienen diferentes lados o
aspectos a sí mismos, algunos de los cuales no siguen los
dictados del ego consciente ("Sé que debe comer mejor y hacer
ejercicio, pero no puedo lograr que mi yo los realice.”) Al mismo
tiempo, los clientes todavía pueden identificarse con una parte
estrecha de sí mismos -ellos se verán a sí mismos como
esencialmente tímidos, emocionales, intelectuales, y así
sucesivamente. A su vez, ellos tenderán a suprimir las
necesidades y los mensajes comunicados por otras partes del
self. Para ofrecer una analogía comúnmente usada, las personas
en esta etapa de desarrollo tienen un fugaz reconocimiento de
que son como un coro de voces, pero que es un miembro del
coro que "se pone el micrófono" casi todo el tiempo. Un aspecto
clave del trabajo con los clientes en esta etapa es ayudar a
fortalecer su relación con las otras voces del self. Estas voces no
deben tomarse literalmente como identidades encapsuladas (
como cuando la persona se somete a un dramática de regresión),
pero si pueden entenderse más adecuadamente como
subpersonalidades. Subpersonalidades (un término tomado del
sistema de Psicosintesis, Assagioli,) son aspectos cuasiautónomos
del yo más amplio y representan necesidades,
motivaciones e intereses de un individuo en conflicto. Un
colorido lenguaje puede ser utilizado en el nombramiento y la
definición de estas sub-personalidades. La persona puede tener
un "adicto al trabajo", un "tirano interior” , “drogadicto interior"
o una "diva interior”.
El objetivo en la etapa racional-autonoma es ayudar al cliente a
relacionarse con estas partes, como si fueran miembros de la
familia que han sido descuidados y tienen necesidad ser
escuchados con más atención. El terapeuta puede fomentar un
diálogo de voces de modo que los intereses de estas voces se
puedan abordar. ¿Qué quiere el adicto al trabajo interno? ¿Qué
lo hace estar cómodo y sentirse en paz? ¿Qué es lo que más le
molesta? ¿Podría comprometerse con otras partes de ti? Hay
muchas maneras de facilitar este tipo de proceso, incluyendo
ejercicios de la silla vacía, el psicodrama (la actuación de
diferentes partes del mismo en un contexto de grupo), la
expresión creativa (representación visual de cada voz), o
simplemente pidiendo al cliente que "hable esa parte de ti
mismo. " El resultado de este trabajo con los clientes que se
encuentran en la etapa racional autónoma es ayudarlos a lograr
una mayor atención y reconocimiento a estas partes. Con
clientes en el estadio relativista-sensible, este tipo de trabajo
puede fortalecer su capacidad de habitar más plenamente y
moverse más flexiblemente entre las partes del self,
preparándolos para la psicología equilibrada del estadio
multiperspectivo- integrado.
Intervenciones apropiadas para el nivel Multiperspectivo -
Integrado (y más allá)
Además de aumentar el uso de las psicoterapias corporales y
orientadas hacia el cambio de enfoque desde “allí y entonces”
hacia el "aquí y ahora", los clientes en la fase integrada
multiperspectiva serán capaz de participar de varios nuevos
tipos de intervenciones.
Narrativa y Multiperspecitvas
A medida que el cliente se mueve a la etapa integradomultiperspectiva,
la capacidad para llevar el pensamiento
dialéctico y paradójico aumenta significativamente.
Como resultado, el self ya no puede ser visto a través de los ojos
de una única narrativa, incluso si ese relato reconoce la
importancia de la primera infancia y las sutilezas de conflicto
interno emocional.
En el nivel racional-autónomo y en el relativista sensible la
narrativa se vería como esto: "Yo nací en una familia que
valoraba el rendimiento por encima de todo, y siempre he
intentado tan fuerte como pude estar a la altura de esas
expectativas. Pero creo que detrás del impulso de logro actuó el
temor en mis padres. Ahora tengo el miedo en mí también. Así
como un adulto, me cuesta saber cuando estoy en busca de un
objetivo que realmente quiero para mí y cuando estoy tratando
de conseguir algo para evitar la sensación de inseguridad ".
Como narrativa profunda, la historia es contada principalmente
desde un punto de vista o una voz en el self ; así, comenzará a
perder su capacidad para describir la verdadera plenitud de la
persona. Del mismo modo que se necesitarían una buena
cantidad de libros sobre el tema del amor, contada por
diferentes autores, desde distintas perspectivas (biológica,
psicológica, cultural, etc) para comenzar a describir la
complejidad de los fenómenos, lo mismo ocurre con la persona;
en esta etapa es necesario un conjunto de historias o
narraciones contadas desde diferentes perspectivas para poder
describirse a sí misma.
A su vez, cuando se trabaja con un cliente en esta etapa, el
terapeuta necesita mantener un espacio donde múltiples
perspectivas sobre la historia de vida puedan llevarse a cabo y no
se vean como mutuamente excluyentes. El relato anterior puede
comenzar a sonar más como esto: "He visto a mi familia por lo
general como una que valora al logro por encima de todo, y
mucho fue impulsado por la propia ansiedad y el miedo al
fracaso de mis padres. Eso sigue siendo cierto en un camino, y
definitivamente tengo algo de esa ansiedad. Pero hay también
una pieza más. Mis padres tenían una verdadera actitud de "irpor
los logros '. Una parte de mí siempre admiró cómo tomaron
posibilidades y trabajaron duro para tener éxito. Valoro que
también voy por cosas que quiero. Supongo que es difícil decir lo
que mi infancia fue totalmente o cómo mis padres realmente
eran. Es una situación mixta, y creo que tengo un montón de esa
mezcla en mí mismo "
En el estadio racional- autónomo y ,en menor medida, en el
relativista-sensible puede estar la suposición de que estas
aparentes reflexiones en conflicto (que es auténticamente
miedoso y auténticamente valiente) pueden estar cohesionadas,
pero en estos niveles esto no se puede hacer. El papel del
terapeuta es contrarrestar la urgencia de llegar a la "única y
verdadera narrativa" y en su lugar destacar que la complejidad,
contradicción y paradoja no son cualidades que hay que superar,
sino que son intrínsecos a la naturaleza del yo egoico. Al dar este
mensaje, que puede ser confuso o desestabilizador para un
cliente antes de esta etapa, el terapeuta anima una actitud de
apertura y de "no saber." En el corto plazo, el terapeuta está
apoyando un self más espontáneo, flexible, y maleable, un self
que se mueve con facilidad entre las perspectivas dependiendo
de la situación. A largo plazo, si la persona continúa en el
desarrollo, el terapeuta está alentando un movimiento de dejar
de aferrarse a conceptos del ego consciente hacia el
funcionamiento intuitivo e ir hacia la narrativa que caracteriza a
las etapas más profundas del desarrollo.
Como una nota adicional sobre el tema de la formación de la
narrativa de multiperspectivas, debemos decir lo siguiente:
Tanto durante como después de la formación de una narrativa
de multiperspectivas, un cliente puede querer reexaminar y
descubrir mayor profundidad en cualquiera de los componentes
de esa narrativa. A medida que avanza el desarrollo, se
desarrolla también la nueva capacidad de la toma de
perspectivas, nuevas tareas de la vida y nuevos desafíos, nuevas
capas del inconsciente sumergido y subpersonalidades se
revelan. Mientras esto sucede, el cliente puede necesitar tiempo
para para reformular las narrativas básicas puestas juntas
anteriormente. Un relato sobre la familia que hacía hincapié en
falta de amor puede ser revisado a fin de enfatizar una depresión
de los padres. Una narrativa sobre el miedo al fracaso puede
necesitar ser contada como una narración sobre el miedo al
éxito. Cuando se crean estos nuevos temas y narraciones
alternativas, el cliente no se olvida de las viejas narraciones- será
capaz de mantener las dos (o más) perspectivas
complementarias. Simplemente es importante destacar que la
formación de la narrativa es un proceso que no termina de
manera definitiva, todos los aspectos del relato de una persona
están abiertos a revisión a medida que el yo se desarrolla.
Contacto Directo Inicial
La intervención de contacto directo con el cliente requiere que
él o ella se sienta con una emoción o sensación sin filtro
conceptual consciente (Butlein, 2005). Esto puede parecerse, de
alguna manera , a la intervención del aquí-y-ahora la, pero la
mentalidad requerida es diferente. La intervención del aquí y
ahora no requiere que el cliente sea testigo de la experiencia o
de cultivar el desapego, sino que simplemente requiere un
cambio en el enfoque temporal, es decir, lejos de informar
sobre lo que ha sucedido fuera de la oficina hacia lo que está
sucediendo dentro de la oficina. Se pide al cliente que "entre en
lo que está sucediendo ahora o que se “conecte con lo que es
en-el-momento, sin tratar de cambiarlo” .El contacto directo se
realiza normalmente en una postura de meditación y con una
corta inducción del terapeuta. "¿Por qué no tomas una postura
cómoda, y permite que tus ojos se cierren (pausa). Cuando estés
listo, permítete hundirte en el sentimiento, no tratar de
cambiarlo o alejarte de él (pausa). Cuando usted esté
profundamente en contacto con el sentimiento, vea lo que sería
quitar cualquier pensamiento o historia que tenga al respecto.
Olvídese de por qué está ahí. Sólo con eso, sin la historia ". Pedir
al cliente hacer este tipo de intervención supone una gran
cantidad de desarrollo interno, sobre todo la capacidad para
sentarse con emociones fuertes y permitir que los significados,
los juicios conscientes retrocedan al fondo. Debido a que estas
habilidades por lo general se cultivan a través de la práctica
contemplativa, sólo voy a intentar esto con un cliente que crea
que está entrando en identificación con la etapa integrada de
multiperspectivas y que yo sepa tenga cierta exposición previa a
la meditación. Exige un determinado desarrollo y puede ser visto
como demasiado inusual de otro modo. Si esto parece apropiado
para tratar con otro tipo de clientes, probablemente puede que
sea bueno recordarse a uno mismo acerca de la anormalidad de
esta solicitud. Aunque la sociedad exige de nosotros una serie de
tareas psicológicas (dentro entornos de trabajo, familia,
relaciones) en ninguna parte de nuestra sociedad nos piden "Ser
con lo que se es sin conceptos." Siempre es una posibilidad la
de romper la conexión empática con el cliente, y esto ocurre si
el terapeuta va demasiado lejos , fuera de la visión del mundo
que el cliente posee.
El contacto directo es muy útil cuando un cliente está luchando
con un conflicto o sentimiento que no ha respondido a otras
intervenciones. Por ejemplo, imaginemos un cliente que
ocasionalmente experimenta un miedo a la propia muerte y que
carece de un componente consciente o imagen adjunta a la
misma. Simplemente parece venir "de la nada". El terapeuta ha
discutido la historia del cliente, pero no reveló ninguna pista, no
tiene o ha tenido alguna enfermedad ni ha tenido pérdidas que
recientes. Al trabajar, el terapeuta podría pedirle que se siente
meditando con el miedo, sin tratar de resistir o figurarse por qué
es que está sucediendo. El terapeuta puede incluso pedir al
cliente tratar de amplificar la sensación, para fortalecer la
experiencia.
¿Cuáles son los resultados? La primera es que el cliente podría
llegar a tener mucho menos miedo y estar menos reactivo
frente a sus sentimientos (que tendrá menos miedo a su propio
miedo). Como ambas tradiciones contemplativas y cognitivas
sugieren, es nuestra resistencia hacia la interpretación de una
situación particular o sentimiento que hace que tengamos más
sufrimiento, no el sentimiento o situación en sí. Esta intervención
permite que el cliente vea que él puede tener sentimientos muy
poderosos y no ser abrumado por ellos, si no agrega historias o
explicaciones negativas a la misma. Esta toma de conciencia trae
alivio por sí misma.
Otro resultado común de esta intervención es que el cliente note
notar la sensación de metamorfosis o cambio. Las emociones,
como la palabra lo indica, no son estáticas. El miedo puede
transformarse en tristeza, por ejemplo, o al sentarse con la
sensación pueden surgir recuerdos o imágenes antiguas. Esto no
es sorprendente. Al desplazar la atención de historias y filtros
conceptuales, la psique se permite una mayor fluidez y libertad.
La actividad que se lleva a cabo por debajo de la tendencia
normal de represión del ego consciente es más probable que
surja. Incluso en unos pocos minutos el cliente puede abrir
nuevas capas de material psicológico.
Primera indagación espiritual
Los individuos firmemente establecidos en la etapa integrada de
multiperspectivas tienen la capacidad cognitiva y egoica para
comenzar la indagación espiritual. La capacidad para llevar a
cabo esta intervención crecerá significativamente en la etapa del
testigo.
La indagación espiritual tiene rasgos en común con la terapia
cognitiva ya que el principal foco de la intervención está en el
área del pensamiento y de la creencia. Como hemos revisado, el
objetivo de la terapia cognitiva es ajustar un determinado
pensamiento o creencia distorsionada de modo que sea menos
negativo como el movimiento desde "La gente me tiene que
gustar, o nunca puedo ser feliz", a "Preferiría que la gente me
guste, pero está bien si no todo el mundo lo hace. "
La indagación tiene una intención más subversiva, que es para
tratar de ver cómo está fundado el pensamiento de modo que
ya no tenga el reclamo de ser "real" o con un significado
establecido. El cambio evolutivo es hacia un modo más
espontáneo e intuitivo de saber.
Esto puede sonar extraño o contradictorio, pero los
pensamientos (conceptos), que facilitaron una expansión de la
conciencia mientras los clientes se movían a través de las etapas
personales, comienzan, en las etapas posteriores del desarrollo,
a crear una sensación de identidad limitada. Los pensamientos (
conceptos) nunca perderán su capacidad de ser útiles pero
dejaran de ser el modo central de operación e identificación.
En la indagación espiritual, el terapeuta trata de ayudar al cliente
a utilizar la mente para derribar a la mente. Y esto significa verla
a través de un "yo" separado que es el pensador de los
pensamientos. Cuando la mente asume que puede conocer y
dominar lo que está más allá de sus límites, uno tiene
esencialmente una buena definición de Yo como las tradiciones
contemplativas lo tendrían.
Además del trabajo de Katie (Katie y Mitchell, 2002) y las formas
oración devocional que se puede utilizar para estos fines, algunas
formas de investigación espiritual que un terapeuta puede pedir
al cliente incluye "¿Quién soy yo?" o "¿Quién soy yo cuando yo
no me estoy contando esta historia? ". Otras preguntas que el
terapeuta puede pedir al cliente incluyen: "¿Quién es consciente
de lo que está sucediendo en este momento? "o" ¿Quién es
consciente de que usted está confundido? ". Estas preguntas, en
lugar de poner énfasis en el contenido de la ansiedad, depresión
o situación, hacen girar a la conciencia del cliente hacia el
aspecto del Yo que está construyendo estas experiencias como
"provocadoras de ansiedad" o "deprimentes". Es un llamado a
identificarse con el testigo de uno mismo. La atención del cliente
se toma como si fuera la pantalla del cine y la intervención se
dirige hacia el proyector, por así decirlo.
Es importante destacar que el objetivo de estas preguntas no es
obtener una respuesta conceptual en respuesta a la pregunta:
"¿Quién soy yo?"-Aunque algunos clientes podrían moverse en
esa dirección (y eso está bien). En cambio, el objetivo es facilitar
que el cliente deje de lado las identificaciones mundanas y
pueda experimentar la sensación de libertad y tranquilidad que
se sigue de eso. La fuente de la identidad es un misterio y
ciertamente la mente no lo puede responder de una manera
satisfactoria. Así que al pedir la mente que responda a ella, la
mente reconoce sus limitaciones y relaja su contracción.
Finalmente, en las siguientes etapas, esta serenidad de ser
testigo y de no saber se convierte en una respuesta aceptable a
muchas de las importantes preguntas de la vida.
Intervenciones para los estadios Ego-Consciente-Paradójico y
Testigo
Una vez que una persona entra en la etapa-ego conscienteparadójico
está lista empezar a considerar lo transpersonal de
manera más profunda y significativa. Antes, es probable que
haya tenido algunas ideas y experiencias transpersonales
temporales, pero ahora, la consciencia espiritual, una vez
experimentada como viniendo desde fuera del yo consciente,
comienza a ser experimentado desde dentro como una
característica constante de la vida interior.
Esto no es para minimizar la importancia de la anterior
experiencia espiritual, esta debe ser tenida en cuenta.
Experiencias previas y los ideales espirituales aportan
comodidad, y catalizan el crecimiento del yo egoico. La sentencia
que estas experiencias anteriores son parciales sólo pueden ser
hechas con la comodidad de la retrospectiva del desarrollo. Y
esto tampoco quiere decir que los procesos egoicos se dejaron
mágicamente atrás una vez que una persona se mueve en las
últimas etapas del desarrollo.. Debido a la naturaleza integradora
del self , las personas en estas etapas posteriores todavía
tendrán que volver atrás y dedicarse a estos procesos más
fundacionales , especialmente en las áreas de lesiones
significativas. Así como no todas las partes de una persona se
van a individualizar cuando ese proceso se produce temprano en
el desarrollo; como uno de mis maestros espirituales dijo, "El
hecho de que 'usted' despierte, no quiere decir que todas las
partes de "usted" despierten ".
Hay varias direcciones nuevas que el terapeuta puede trabajar
en estas dos etapas finales que implican alentar al cliente a
considerar una forma de ser transpersonal -un alejamiento de la
identidad exclusiva con el ego e ir hacia el testigo o alma. Sin
embargo, este cambio no viene de una actitud de construcción o
aumento del self —como en etapas anteriores — sino de la
deconstrucción egoica como imagen fugaz sin ningún centro o
realidad inherente.
Desprenderse de la narrativa:
A través de gran parte del desarrollo, las historias que la gente
se dice a si misma conscientemente definen la identidad. Estas
historias al principio vienen dadas por la familia y la sociedad, y
luego las construyen los individuos. Pero, en las etapas finales
del desarrollo, estas historias, por más complejas que sean , se
revelan como parciales y en última instancia insatisfactorias.
Tratar de describir la experiencia de la vida en las palabras o
pensamientos es como tratar de tomar una fotografía del océano
desde metros de distancia. No sólo no se puede encajar la
majestuosidad visual del océano en una imagen de cerca, sino
que tampoco uno es capaz de oír las olas, el olor del aire salado,
o sentir la brisa. En este punto, puede parecer a la persona que
seguir operando a través de filtros conceptuales produce un
efecto de distanciamiento.
El papel del terapeuta con los clientes de esta etapa puede ser
más simple de lo que se sospecha. Los terapeutas pueden alentar
a sus clientes a cuestionar las descripciones fundacionales y las
creencias que poseen sobre sí mismos. Esto puede incluir el
cuestionar incluso narrativas previas acerca de “cómo llegaron”
“donde están”-haciendo hincapié en la parcialidad de verse a sí
mismo en términos de "macho", "mujer" o incluso "humano."
Modos de indagación espiritual ("¿Quién soy yo?" "¿De que eres
consciente en este momento? ") encuentran aquí una expresión
más plena, ya que la investigación más profunda tiende a
detener o enlentecer significativamente el proceso normal de
formación de la narrativa.
Otro papel del terapeuta es normalizar esta transición. Mientras
que soltar la creencia en los pensamientos de uno puede parecer
extremadamente abstracto, a una persona en esta transición
evolutiva le parecerá muy real y puede provocar una fuerte
ansiedad. Para el cliente no sólo es entrar en nueva zona de
desarrollo , que siempre es aterrador , pero en este cambio en
particular pueden sentirse a sí mismos como fuera de todo lo
que tenga que ver con la "normalidad ". No es que uno
realmente se vuelve anormal al hacer esta transición , pero es
posible sentirse como si esto fuera así. El temor a perder la razón
, convertirse en un desconectado de la sociedad y las relaciones,
y la pérdida de contacto con los hábitos y patrones. Puede surgir
un: " Si yo no sé quién soy , ¿cómo voy a hacer elecciones ? " "
¿Cómo voy a tener una conversación ? " " ¿Qué pasa si no estoy
motivado para hacer nada? "son preocupaciones comunes que
se presentan en esta transición. El terapeuta , puede modelar y
normalizar este cambio (suponiendo que él o ella se halla
familiarizado lo suficiente con él ) , puede servir para tranquilizar
al cliente , o más correctamente, para recordarle al cliente lo que
él o ella ya sabe a estas alturas - que la identidad que uno
encuentra cuando uno " se olvida del ego " es más libre y más
real que la que se deja atrás. La única diferencia es que el dejar ir
aquí es más probable que sea una transición permanente.
Consistente Contacto Directo
La intervención de dejar ir el relato aborda los aspectos
cognitivos de la terapia durante esta fase de transición. El
contacto directo constante describe el componente emocional.
Hay varias diferencias entre esta forma de contacto directo y lo
que era apropiado durante la etapa multiperspectivas –
integrada.
La primera es la cuestión de la duración. Aquí un cliente puede
pasar mucho más tiempo sumergido en el estado sin filtros
conceptuales y puede encontrar que sólo este tipo de inmersión
satisface sus necesidades. En segundo lugar, y quizás más
importante, el desarrollo más profundo puede revelar contacto
directo con algunos de los elementos transpersonales, además
de su utilidad para ayudar a lidiar con dificultades o con las
emociones.
El componente espiritual de contacto directo puede describirse
mejor como componente tántrico por naturaleza. Tantra, que se
ha convertido en el más asociado con la práctica sexual , se
describe con más precisión como una forma de trabajar con las
experiencias normales que llevan a un crecimiento espiritual. En
términos generales, los sistemas tántricos esotéricos sostienen
que la realidad es "energía" en la naturaleza y que, para usar una
analogía, al igual que las joyas de oro en sus diferentes formas
es fundamentalmente oro, toda experiencia es una
manifestación o movimiento de una energía espiritual
"condensada". Al fomentar al practicante a relajarse en ambas
sensaciones y emociones, placenteras y dolorosas, se espera que
él o ella empiece a tomar conciencia de la energética básica que
subyace en naturaleza. Hecho reiterada y consistentemente,
como una práctica, percepciones espirituales más profundas
comienzan a emerger.
¿Qué quiere decir en términos de experiencia? Un cliente que es
invitado a hacer contacto directo con la ira podría comenzar a
sentir que la ira es sólo una forma de movimiento o actividad
energética. Cuando se produce este conocimiento, a menudo
hay una sensación que surge de dicha o felicidad. Es una extraña
sensación, todavía se experimenta ira, pero cuando se
experimenta como "energía del enojo ", ya no es una amenaza o
miedo. Más bien, se experimenta en una forma amorosa y como
expresión de algo espiritual de lo cual uno es una parte. A largo
plazo, este tipo de intervención favorece a la persona que él o
ella se sumerja completamente en el momento, en una
experiencia de interconexión fundamental con la realidad.
Mark Forman
Traducción Diego Martini