Bienvenido

Este espacio esta dedicado a todos aquellos que , incansablemente, trabajan por su desarrollo personal. Si eres uno de ellos, tal vez te sea de utilidad. En el archivo vas a encontrar notas, talleres y cursos.
Gracias por tu visita!
Diego

jueves, 18 de febrero de 2016

Habilidades del terapeuta para el tratamiento de pacientes diagnosticadas con trastorno límite de la personalidad: consideraciones


Habilidades del terapeuta para el tratamiento de pacientes diagnosticadas con trastorno límite de la personalidad: consideraciones
Diego Martini y Nina Bassarsky
En este artículo buscamos integrar los aportes que la Dra. Marsha Linehan hace al tratamiento de pacientes TLP con algunos lineamientos teóricos del Modelo Integral de Ken Wilber.
La Terapia Dialéctico Comportamental (DBT por sus siglas en inglés) es una psicoterapia que reúne varios lineamientos teóricos y prácticos, desarrollada por la Dra. Marsha M. Linehan (nacida en 1943 en Estados Unidos de Norteamérica). El modelo de tratamiento ha sido validado por varias investigaciones científicas para trabajar con pacientes con diferentes problemáticas complejas y trastornos graves como Trastornos Alimentarios, Trastorno Borderline y Trastorno Bipolar. La filosofía básica del tratamiento es esencialmente dialéctica y subyace a todas las intervenciones en todas las etapas del tratamiento DBT. Desde esta perspectiva la realidad es entendida como una totalidad no estática; hay un continuo fluir que involucra tanto la aceptación como el cambio. Cambio y validación son estrategias incompletas por sí solas. La gran mayoría de las terapias occidentales se orienta hacia el cambio, y las orientales hacia la aceptación. DBT reconoce la potencia de ambas intervenciones y afirma que es una falencia considerarlas aisladamente, por tanto se trata entonces de una terapia en donde terapeuta y paciente trabajan tanto para lograr cambio como para lograr aceptación. El tratamiento incluye estrategias conductuales tales como la resolución de problemas, el refuerzo de contingencias y la exposición emocional, y estrategias de aceptación tales como la aceptación radical, la tolerancia al malestar y las habilidades de conciencia plena.
Ken Wilber (nacido en 1949 en Estados Unidos de Norteamérica) desarrolló el Modelo Integral, conocido como AQAL por sus siglas en inglés (todos los cuadrantes y todos los niveles); este es un metamodelo que constituye un cambio epistemológico de gran trascendencia cuyo fin consiste en poder integrar todas las perspectivas (metodológicamente validadas) en un sistema de conocimiento coherente e inclusivo. Aproximarse al mundo (y a la psicoterapia) desde la perspectiva integral implica asumir que existen cinco aspectos básicos constitutivos del mapa de la realidad: Cuadrantes, Niveles, Estados, Líneas y Tipos. La finalidad de la utilización del mapa AQAL es evitar caer en reduccionismos y falacias para poder honrar todas las verdades y saberes validados. El siguiente artículo toma de la obra de Wilber teorizaciones propuestas en su libro “Los tres Ojos del Conocimiento”, en el que aborda los diferentes niveles de conocimiento disponibles para la experiencia humana y en donde cada nivel de conocimiento es de suma utilidad y se manifiesta gracias a diferentes métodos.
En este artículo se pone de manifiesto cómo las diferentes técnicas de Linehan provienen de los diferentes niveles o estadios de conocimiento propuestos por Wilber.
Partiendo de una perspectiva integral, es de utilidad para nuestra práctica terapéutica y también, en cierto modo, una metahabilidad del terapeuta, el poder dominar las tres áreas del conocimiento (los tres ojos del conocimiento descriptos por Ken Wilber): la empírica, la racional y la contemplativa. Cada ámbito del conocimiento nos proporciona datos reales que se manifiestan ante nuestra conciencia de manera inmediata; en cada encuentro psicoterapéutico deberemos discriminar qué área estamos privilegiando, para maximizar nuestra potencia terapéutica y así ayudar a nuestros pacientes.
Si buscamos información en el área empírica nos encontraremos con datos que aluden al mundo presimbólico, en el que no hay mediación de la razón: es el mundo de las conductas, de las pautas reactivas, de los comportamientos, de los gestos, etc. Una multitud de datos con los que el terapeuta entrenado deberá maniobrar (mediante el uso de los sentidos) adecuadamente en cada sesión.
En el área racional nos encontramos con pensamientos, recuerdos, ideas, etc. Los datos son hechos que experimentamos en nuestra mente exclusivamente a través la razón, no por medio de los sentidos. La forma de recoger estos datos es a través del diálogo, por lo tanto la modalidad, a diferencia de lo que sucede con el conocimiento empírico, en el que es monológuica, es en este caso dialóguica. Cada uno de los datos posee un significado a develar, y tendremos que valernos de herramientas como la interpretación para poder hacerlo.
Los datos provenientes del ámbito contemplativo tienen que ver con el reino que está más allá de la mente emocional y de la mente racional; un reino al que se accede mediante la experiencia directa, el de la mente sabia. Ciertos eventos no pueden ser captados ni por la razón (racional), ni por los sentidos (prerracional); escapan a estos dominios; el área contemplativa es transracional.
En esta área la teoría de Linehan pone mucho énfasis: observar la respiración, retirar la atención de la mente, y de esa manera aprender a no juzgar los datos para poder observar todo lo que ocurre durante la sesión con ecuanimidad.
Muchos terapeutas  y teorías psicológicas reducen el encuentro terapéutico a alguna de estas áreas, lo que hace que la potencia terapéutica pierda parte de su efectividad; por lo tanto  es de vital importancia establecer un saludable equilibrio entre las tres.
El terapeuta utilizará mayormente el conocimiento empírico para modificar conductas, el racional para conocer el significado del relato de la paciente (1) y modificar creencias disfuncionales, y el contemplativo para aumentar su presencia consciente.
Intentaremos agrupar las diferentes habilidades propuestas por Linehan en estos diferentes campos de conocimiento a sabiendas de que se entremezclan frecuentemente.
Por ejemplo, una habilidad como la media sonrisa (habilidad de tolerancia al malestar) tiene su correlato en las tres áreas. En el conocimiento empírico: mover la comisura de los labios y sonreír; la repetición de esta pauta tendrá correlatos neurofisiológicos que harán que las personas que la ejecutan se encuentren de mejor humor.
En el conocimiento racional: ¿qué significado tienen para mí las personas que sonríen?, ¿qué significado tienen para mí las personas que no sonríen?, ¿qué significa para mí la sonrisa? Cuando sonreímos experimentamos nuevos pensamientos, ideas y conceptos que, por ejemplo, pueden traer aparejados significados más optimistas.
En el conocimiento contemplativo: la media sonrisa facilita la apertura del canal contemplativo, tal como lo hacen una meditación u oración contemplativa. Esta habilidad es necesaria para el terapeuta y puede ayudarlo a lo largo del tratamiento de pacientes especialmente difíciles; la media sonrisa por parte del terapeuta puede ser útil para aceptar que las cosas son como son y que su presencia terapéutica lo regocija. Muchos maestros de meditación recomiendan sonreír, tanto como una muestra de amor hacia nuestros semejantes, cuanto como una aceptación radical de la vida.
El terapeuta debe realizar además, entre otras tantas, dos tareas esenciales a lo largo de todo el tratamiento: obtener conocimiento recabando toda la información necesaria, y también impartir conocimiento.
Asimismo, el terapeuta debe subdividir estas dos tareas y tomar como objeto de conocimiento tanto a sí mismo como a su paciente.
 De esta manera dispondremos del siguiente esquema:
Terapeuta como objeto de conocimiento
Impartir y recabar información
Paciente como objeto de conocimiento

Un elemento esencial tanto para recabar como para impartir conocimiento en cualquiera de las tres áreas, tanto desde la paciente como desde el terapeuta, son las prescripciones: si quiero obtener el resultado B, primero deberé realizar el procedimiento A. (Ken Wilber, Los tres ojos del conocimiento).
Por ejemplo, con respecto a las habilidades que enseñamos a nuestras pacientes en el ámbito contemplativo: si quiero lograr un estado de quietud  mental (resultado B) primero tengo que respirar conscientemente (procedimiento A). En cuanto al ámbito empírico: si deseo no autoagredirme (resultado B) primero debo experimentar una sensación intensa como una ducha fría (procedimiento A). Dentro del ámbito racional, si quiero comprender lo que dice mi mente (resultado B), primero tengo que registrar los pensamientos y saber algunos conceptos de terapia cognitiva, por ejemplo qué es la mente emocional (procedimiento A).
Conocimiento empírico
Cuando nos referimos al conocimiento empírico pretendemos designar todo aquello que puede ser averiguado mediante los sentidos o sus extensiones; por lo tanto el canal a través del cual percibimos el objeto es el sensorial. Es un tipo de conocimiento experiencial no mediatizado por la razón, ya que proviene directamente de la experiencia sensorial.
Son múltiples los datos provenientes del campo de los sentidos y debe haber un terapeuta sensible, con el entrenamiento adecuado en el ámbito de la sensación, para poder develar las verdades propias de esta área.
Veamos entonces habilidades, algunas propuestas por Marsha Linehan, que se correlacionan con este ámbito del conocimiento, donde el componente conductual de la teoría DBT será el principal protagonista.
Utilizando el conocimiento empírico dentro del consultorio
Un terapeuta realmente atento y que utilice los datos que le aportan sus sentidos dentro de las sesiones con un fin investigativo (por ejemplo para elaborar estadísticas), aumentará su capacidad de maniobra. Se dará cuenta de lo sensibles que son estas pacientes (¡y no mucho más que todos nosotros!) al tono de voz, a la postura, a la ambientación del consultorio, a la puntualidad en la atención, etc., todos estímulos que el terapeuta puede dominar.
Recabando información
Los sentidos deben estar despiertos para la recopilación de información y el verdadero abordaje del fenómeno terapéutico, ya que son estos los que nos proporcionan un conocimiento inmediato del mundo. Al aplicar con intención y coherencia nuestros sentidos se activa un centro que los incluye: el sentido común. Debemos utilizar la vista, el olfato, el oído, el tacto, etc., con la mayor pericia posible.
Recabando información del terapeuta
¿A qué hora me siento más cómodo atendiendo a pacientes del programa DBT? ¿En qué tono de voz le voy a hablar a mi paciente? ¿Me siento en un sillón más cómodo y relajado, o me acerco más a la paciente sentado en una silla? ¿Con qué ropa me siento más cómodo atendiendo? ¿A cuántos pacientes voy a atender antes de ver a una paciente del programa DBT? ¿Es útil salir a pasear o a comer antes de las sesiones?
Todo este tipo de información colaborará para formarnos un adecuado mapa empírico indispensable para ganar efectividad en la terapia. Es una información que no debe subestimarse, ya que puede ser tan potente como una interpretación adecuada o una validación pertinente.
 “Eran las ocho de la noche y el cansancio me estaba venciendo; había atendido a nueve pacientes sin pausas y el sonar del portero eléctrico me indicaba que Carmen, que venía de estar internada, estaba llegando a la sesión. Qué pocas ganas tenía yo de continuar trabajando; mi mente quería escaparse de la situación pensando en el pastel de papas que mi mujer había prometido preparar para la cena, pero yo tenía que ayudar a Carmen.”
Lic. Gutiérrez (2)
Este terapeuta no tomó en serio el conocimiento empírico. Es muy probable que su sesión haya sido de baja calidad y que no haya colaborado mucho ese día en mejorar la situación de su paciente. De todos modos, al decir de Linehan, si no se puede mejorar hay que procurar no empeorar, es decir poner buena disposición y dar lo mejor de uno sin grandes pretensiones terapéuticas.
Recabando información de la paciente
Todo terapeuta DBT debe tener un adecuado conocimiento de semiología para poder recabar la información necesaria, como por ejemplo: la apariencia y actitud (la postura corporal de la paciente, su nivel de colaboración, sus cambios de actitud durante las sesiones, su higiene, su vestimenta).
Recordemos que uno de los objetivos del encuadre es el compromiso a no asistir alcoholizado o bajo el efecto de ciertas sustancias, y esto debe ser correctamente evaluado por el terapeuta.
Una adecuada observación del habla y del lenguaje como entonación, volumen, espontaneidad, detallismo, pobreza lingüística, etc., ayudará al terapeuta a predecir ciertas conductas que pueden interferir en la terapia, como la no colaboración de la paciente en la sesión, que puede darse por aceleración del habla que no permita al terapeuta intervenir, o por el contrario, por un silencio poco colaborador.
Cuanta más información de semiología psiquiátrica tenga el terapeuta, más pericia tendrá a la hora de evaluar esta variable.
Para la obtención de conocimiento empírico, nuestro paciente se transforma en un objeto de conocimiento exterior, un dato. Para acceder a este tipo de información no hace falta conocer acerca de significados o creencias. Sólo nos interesan las pautas de comportamiento observables por medio de los sentidos; pautas que, si se observan detenidamente, pueden ser modificadas con intervenciones adecuadas.
 “Apenas se sentó me detuve a observarla. Tenía los labios y el rostro con maquillaje desprolijamente desparramado. Ojeras y cara de haber dormido poco. Sin embargo hablaba sin parar y parecía no querer escucharme. Sabía que si hablaba con ella sobre lo que estaba observando encontraría grandes resistencias. Preferí escucharla con atención y cordialidad para luego darle una sesión para la próxima semana por la tarde y no por la mañana. Pensé que sería mejor hablar de ello en el próximo encuentro.”
Lic. Castrobarros
Este profesional actuó utilizando el conocimiento empírico con efectividad y audacia. Supo esperar el momento oportuno para conversar acerca del encuadre de la terapia, y además le cambió el horario a la paciente para que no llegara dormida.
Impartiendo información
Es indispensable que el terapeuta tome conciencia y nota de sus observaciones empíricas. De ese modo descubrirá el poder de repetir ciertas habilidades y la importancia de generar nuevas prescripciones para la obtención de nuevos fenómenos clínicos. Y aquí es de radical relevancia el trabajo creativo que tiene que hacer el terapeuta para maximizar su efecto sanador. Creatividad para generar nuevas prescripciones que puedan llegar a ser de utilidad en el curso del tratamiento.
Marsha nos ofrece una multitud de prescripciones; es bueno experimentarlas para verificar su valor, así como generar nuevas (y estas nuevas prescripciones podrán ser luego confirmadas por la comunidad de terapeutas, tal vez luego se estandaricen y pasen a formar parte de un nuevo postulado teórico al que puedan acceder nuevos terapeutas, - es decir, dejará de ser un fenómeno creativo -).
Impartiendo información al terapeuta
Si el terapeuta quiere lograr una sesión con un clima de calidez y confianza (resultado B) primero deberá realizar un procedimiento A): hablar lentamente y con un tono de voz acompasado (habilidad de efectividad interpersonal). Este clima de calidez y confianza repercutirá en ambos, terapeuta y paciente. Si el terapeuta toma un adecuado reporte empírico de este fenómeno, seguramente repetirá la pauta para lograr ese resultado.
Para el buen desempeño del trabajo clínico es de gran ayuda la repetición consciente de la habilidad de la media sonrisa (habilidad de tolerancia al malestar). Predispone con el mayor de los entusiasmos y crea de ese modo un clima favorecedor y de trabajo. Entonces mediante un procedimiento (la repetición de la media sonrisa durante las sesiones) obtenemos un resultado concreto: mejoras en la predisposición para la atención de las pacientes, por ende mayor ayuda. Esta habilidad puede extenderse a las supervisiones, a los grupos, a la vida cotidiana del terapeuta.
Otra importante habilidad de tolerancia al malestar consiste en proporcionarse estímulos positivos. Generar las condiciones necesarias en el consultorio para que sea un espacio agradable para la atención de pacientes. Y estos estímulos tienen que ver con el olfato: sahumerios o aceites calientes que despidan un bello aroma; con la vista: plantas, cuadros, objetos de decoración que vitalicen el sentido de belleza; con el oído: alguna música que genere un clima de paz y armonía; y con el tacto: sillas y sillones confortables, almohadones, etc. Este tipo de estímulos vitalizan tanto al paciente como al terapeuta.
“Recuerdo la angustia y el malestar que aparecían en una paciente cuando yo no podía disponer del espacio en el que habitualmente la atendía y debía mudarme a otro, donde no había ningún estímulo positivo. Naturalmente mi efectividad terapéutica quedaba disminuida.”
Lic. Martínez
Impartiendo información a la paciente
Es importante tener en cuenta que todos los objetivos de la primera etapa del tratamiento están orientados hacia la modificación de conductas (disminuir o evitar las conductas que interfieran con la vida, con la terapia, con la calidad de vida); por lo tanto el sustrato empírico de la teoría DBT cobra la mayor de las relevancias. Dentro del consultorio uno trabajará frecuentemente con las conductas que interfieran en la terapia, y también con el aumento de habilidades conductuales.
Gran parte del aprendizaje que se da en las sesiones de psicoterapia tiene que ver con el modelado, por lo tanto el terapeuta deberá mostrar con el ejemplo conductas asertivas y adecuadas para que la paciente imite (hablar mirando a los ojos, ser cálido y amable, sonreír cuando es pertinente, demostrar firmeza y respeto, etc.).
Por otro lado el terapeuta debe hablar sobre los beneficios que él extrae de la propia práctica de habilidades de modificación de conductas, ya que eso refuerza el aprendizaje que la paciente necesita.
“Una paciente solía comenzar sus sesiones quejándose acerca de su penosa vida; sólo quería relatar detalles que confirmaran esa visión, y se negaba a realizar los ejercicios del programa por considerarlos inútiles (conducta que interfiere con la terapia). Era verdaderamente difícil poder llegar a un entendimiento mutuo acerca de lo desafortunado de esa conducta. No podía hacer uso de mi bagaje teórico, ni de interpretaciones o reformulaciones (conocimiento racional) para moverla del lugar de la queja. Esta era una conducta que realmente interfería en el desarrollo de la terapia.
Debía servirme de un estímulo más potente para que se activara en ella una reacción comprobable y verificable por mis sentidos. Para ello, luego de validar el malestar de la paciente, me serví de mi desafinada voz entonando “I´m so tired” de Lennon (Álbum Blanco, The Beatles). Era tal el desconcierto que le producía verme cantar (yo me preocupaba por desafinar y hacer movimientos exagerados) que no podía hacer otra cosa que esbozar una sonrisa y pedir que me callara de una vez por todas. Esto es lo que llamo una prescripción sanadora, del todo incoherente si tomamos como referencia el cuerpo teórico de la psicología ortodoxa, pero del todo potente si pensamos en este contexto específico de tratamiento.”
Lic. Diego Martini
“Durante el curso del tratamiento con una paciente a la que llamaré María descubrí que era una persona con mucha agudeza y sentido del humor y que podía valerme de ese recurso en el consultorio para brindarle herramientas que le serían de ayuda en su cotidianidad.
Estaba finalizando una sesión cuando se enojó al ver que una de mis plantas no estaba en el lugar en el que acostumbraba a verla, y además se encontraba un tanto moribunda. Comenzó a agredirme verbalmente sirviéndose de ese motivo para luego levantarse, quitarse una cadena que colgaba alrededor de su cuello y arrojarla sobre mi sorprendido rostro. Instintivamente corrí la cara y la cadena fue a parar a un picaporte. Luego de un fugaz silencio le dije: “buen tiro, le pegaste.” Ella rió profundamente y transmutó velozmente el estado de enojo.
El episodio fue un gran disparador para trabajar la potencia del humor cuando estaba atravesando una crisis. De hecho pudo aplicarlo más de una vez con el mayor de los éxitos y se transformó en una habilidad que la ayudó a disminuir las conductas que interferían con su vida.”
Lic. Diego Martini
Utilizando el conocimiento empírico fuera del consultorio
Mencionaremos algunas habilidades que son útiles para los terapeutas.
El incremento de emociones positivas (habilidad en la regulación emocional) es otro factor a fortalecer por medio del ejercicio de los sentidos. Estar en el equipo de DBT es sumamente desgastante y es necesario que el terapeuta tome conciencia de ello y se proporcione este tipo de emociones.
“El contemplar un bello paisaje (vista) para despertar la alegría, fue siempre para mí un gran estímulo; todo tipo de deportes (contacto con el cuerpo), en mi caso salir a correr principalmente, incrementa mi entusiasmo y genera un estado saludable que recorre todo mi ser.”
Lic. Hernández
Aquí también el terapeuta debe hacer uso de su creatividad en la búsqueda de actividades que generen experiencias positivas, y por lo tanto productoras de emociones positivas.
Un buen terapeuta DBT debe ser consciente de cómo reducir la vulnerabilidad de su propia mente emocional (habilidad de tolerancia al malestar), y para ello puede servirse de ciertas habilidades que propone Marsha Linehan, como por ejemplo: comer en forma equilibrada (sobre todo antes de las sesiones), hacer ejercicio, dormir en forma equilibrada, tratar las enfermedades físicas. Esto es ocuparse del cuerpo, en pos de generar las mejores condiciones para el trabajo.
Otra importante habilidad es la de experimentar sensaciones intensas para interferir con el componente fisiológico de la emoción actual (M. Linehan). Muchas veces el terapeuta puede verse sumido en preocupaciones o miedos con respecto al tratamiento de alguna de sus pacientes; en estos casos debe procurar no exacerbar el rol de su mente racional para diluirlas, ya que generará el efecto contrario. Aquí puede hacer uso de alguna de estas habilidades como darse una ducha o salir a caminar en una noche invernal, es decir potenciar sus sensaciones.
Un lugar privilegiado para el incremento de habilidades del terapeuta son las supervisiones, en las que, mediante ciertas herramientas prácticas como el rol playing, aprenderá a través de la práctica sostenida.
El rol playing permite el ensayo de los aspectos conductuales de las habilidades. Por ejemplo, si el terapeuta quiere perfeccionar su habilidad en validar a pacientes, el rol playing será de gran ayuda. Los observadores podrán mostrar qué tono de voz utiliza, cuáles son sus gestos faciales, qué palabras es preciso repetir, qué frases es preciso omitir, etc.
Reduccionismo empírico
Uno de los peligros clásicos que se produce al reducir el encuentro terapéutico a la esfera del conocimiento empírico es el de estar al acecho permanente y exclusivo (en detrimento de lo racional o contemplativo) de conductas observables que demuestren el avance de la paciente en el tratamiento.
Avance, en este caso, significaría nueva conducta observable aquí y ahora. Y esto es sencillamente falso. Muchos de los constructos teóricos (conocimiento racional) que enseñamos a nuestras pacientes van sembrándose en su interior y no necesariamente emergerán en forma de conductas saludables tan rápido como lo deseamos. Por supuesto excluimos, en este caso, los primeros objetivos de tratamiento como la reducción de conductas autolesivas, que sí requieren de nuevas conductas aquí y ahora.
Tomaremos por ejemplo la habilidad de hallar significado al dolor (habilidad de tolerancia al malestar): esta enseñanza, muy sabia por cierto, puede brindarse en un determinado momento del tratamiento y no necesariamente generar efectos conductuales inmediatos. A su vez puede colaborar en la construcción de una nueva visión de mundo a emerger en un futuro en el campo consciente de la paciente.
Las ideas y conceptos que el terapeuta transmite se pueden transformar (si el terapeuta sabe cómo hacerlo) en verdaderos hechos mentales, en datos que se revelarán ante la paciente y que contienen un gran potencial sanador.
Otro peligro del inadecuado uso del conocimiento empírico es reducir al paciente a un mero objeto observable con el que se puede experimentar. Si bien es adecuado y necesario observar, clasificar y medir determinadas pautas de comportamiento, el paciente no es sólo eso. Debemos acercarnos a los pacientes no sólo con los sentidos (el ojo de la carne), sino también con el ojo de la razón (mediante el diálogo empático) y el de la contemplación (mediante el amor).
Conocimiento Racional
Utilizando el conocimiento racional dentro del consultorio
Recabando información del terapeuta
El terapeuta debe estar atento a la recolección de datos provenientes del campo de la razón, es decir a datos mentales. Durante la interacción con la paciente (por lo tanto la obtención de datos se logra mediante el diálogo y no sólo mediante el uso de los sentidos – monólogo -) su mente irá creando símbolos, conceptos, imágenes, ideas, que pueden ser luego agrupados y clasificados.
Observando con insistencia podrá detectar cuáles son sus clásicos hábitos mentales mediante los que interpreta la experiencia con cada una de sus pacientes, para luego observar si aparecen distorsiones cognitivas y pensamientos automáticos capaces de contaminar sus buenas interpretaciones (para que las interpretaciones sean buenas deben ser corroboradas por una comunidad válida de intérpretes; en este caso pueden ser terapeutas adiestrados en el modelo dialéctico conductual).
Al decir de Wilber: “Esta observación es directa, una experiencia racional, tal como la experiencia sensible lo es en el ámbito de los sentidos” (Ken Wilber, Los tres ojos del conocimiento, pág. 61).
“Acaba de terminar la sesión, creo que no estoy haciendo las cosas bien, estoy fracasando en el caso y como terapeuta.”
Lic. Garrido
El licenciado se siente frustrado porque las cosas no salen como él espera, y naturalmente esta frustración tiene su correlato mental: pensamientos distorsionados. Es bueno que el terapeuta pueda expresarse y dialogar con otros, tanto en un espacio de supervisión como en su propio espacio de psicoterapia.
Recabando información de la paciente
El terapeuta deberá ir en busca de significados, pautas, estructuras y leyes que se encuentren en el discurso de la paciente; deberá hacer una intensa investigación fenomenológico-mental.
En el comienzo del tratamiento el terapeuta debe ir en busca de un reporte de los problemas presentes de la paciente (sobre todo, debe detectar aquellos que ponen en riesgo su vida), así como también de aquellos problemas pasados. Y si bien el objetivo central en los albores del tratamiento es primariamente conductual (reducción de conductas autolesivas), es muy importante también que el terapeuta comprenda el significado que subyace a estos comportamientos.
Si el terapeuta es consciente de que no sólo tiene que ir en busca de reportes conductuales, sino también de experiencias mentales de la paciente (¡que no pueden observarse por medio de los sentidos!) sus intervenciones, por ejemplo la validación, tendrán más contundencia.
“Noto que cuando hablamos acerca de tu relación con tu madre te enfurecés. ¿Qué significado tiene para vos esta relación?”
Lic. Benítez
En este caso el terapeuta va en busca del significado de una relación importante en la vida de la paciente. La información que obtenga le resultará útil para poder luego hacer interpretaciones o prescripciones más eficaces.
En cuanto a las interpretaciones, en el trabajo con pacientes que padecen TLP, deben ser realizadas muy cautelosamente, y siempre conteniendo un significado constructivo y alentador. De nada sirve generar más angustia de la que ya tiene la paciente con interpretaciones que, por muy acertadas, no cumplan el objetivo concreto de brindar un soporte específico tendiente a proporcionar apoyo, que en estos casos resulta necesario y primordial.
Impartiendo información al terapeuta
El terapeuta debe hacer propias ciertas afirmaciones racionales de la terapia DBT. Veamos algunas de ellas, originalmente diseñadas para pacientes con TLP, adaptadas aquí, dirigidas a los terapeutas:
1) “Los terapeutas quieren crecer y progresar, y tienen capacidad para conducir y apoyar cambios saludables en sus pacientes”. El terapeuta que pretenda ser efectivo debe  querer crecer y progresar en su rol. Trabajar en este programa no es para personas que no quieran mejorar como terapeutas. Son muchas las herramientas que hay que adquirir y debe estar activo el deseo permanente de evolución profesional.
2) “Los terapeutas hacen lo mejor que pueden”.  El terapeuta se equivocará una y otra vez a lo largo del tratamiento y deberá comprender que todo lo que puede hacer es poner su máximo esfuerzo para lograr la mejor evolución posible. Hay muchas variables que están a su cargo y otras tantas que no dependen en absoluto de él. Estas pacientes están en riesgo permanente y esto no depende únicamente del desarrollo de su terapia.
3) “Los terapeutas deben aprender nuevas conductas” Para ello son necesarias la humildad y el entendimiento de que la profesión involucra un constante aprendizaje, y que es menester que este aprendizaje abarque tanto el área empírica, como la racional y la contemplativa. En las dos primeras hay muchos conocimientos disponibles; no así en la contemplativa. El desafío del terapeuta debe ser, también, aprender a integrar los conocimientos de las tres áreas.
4) “Los terapeutas necesitan sostén, colaboración y una adecuada supervisión”. No se puede ser miembro de un equipo de trabajo si no existe una adecuada supervisión que sirva como contención y fuente de permanente aprendizaje para el terapeuta.
5) “Los terapeutas deben autovalidarse”: es propicio que el terapeuta aprenda a autovalidar las emociones que siente en el consultorio con estas pacientes, de manera que sus propios pensamientos distorsionados no hagan su trabajo autoinvalidante (“me da vergüenza lo mal que me fue en la sesión pasada, ni si quiera quiero contarlo en la reunión de equipo”). Es importante que el terapeuta esté entrenado para descubrir y sobre todo validar, ante sí y en su supervisión, este tipo de emociones, tendiendo siempre a estar consciente de que, independientemente de las dudas que lo asalten, es un buen terapeuta y hace lo mejor que puede.
Impartiendo información a la paciente
La búsqueda de nuevas experiencias mentales ocurre por medio de la comunicación intersubjetiva, que tiene sus propias reglas y su propia lógica. El buen dominio de esa lógica, la habilidad para transmitir nuevos y saludables significados mientras se recaban datos mentales de la paciente, es de imprescindible utilidad para el terapeuta (recordemos que tras todo dato mental, ya sea símbolo, imagen o concepto, hay una intención). El terapeuta debe incluir en sus conversaciones, poco a poco y a modo de sembrado, la filosofía dialéctica, que es el trasfondo sanador de la teoría de Marsha Linehan.
Un buen terapeuta DBT debe dominar con pericia la teoría biosocial de Linehan y, además de tener incorporados los postulados teóricos, debe dominar eficazmente el manual de habilidades creado por la misma autora. Es decir, conocimiento racional.
Hay, entre otras, tres herramientas fundamentales que se enmarcan dentro del conocimiento racional:
La validación
No se puede hablar de validación desconociendo el significado de esta palabra (conocimiento racional). Su puesta en práctica tiene un componente contemplativo (verdadera atención) y un componente empírico (ya que su potencia aumenta con un adecuado comportamiento no verbal ); sin embargo exige simultáneamente un adecuado componente racional; por ejemplo: si una paciente está triste porque murió su gato y está pensando en lastimarse, el terapeuta puede entender esto como un “manejo” de la paciente, o bien comprender verdaderamente que esa es la forma que la paciente aprendió para resolver sus conflictos (propio de la teoría de Linehan). Sin esta comprensión no puede haber validación por parte del terapeuta. Por eso es tan importante el aprendizaje racional.
La interpretación
Si el terapeuta quiere hacer interpretaciones adecuadas primero debe conocer en profundidad diferentes conceptualizaciones teóricas que expliquen la casuística, el desarrollo y el tratamiento de los trastornos límites de la personalidad.
Ante un fenómeno clínico como angustia y sensación de vacío puede haber diferentes interpretaciones. Es decir, debemos entender que no se trata por ejemplo de una angustia existencial propia de un ciclo vital de una persona con un determinado grado de desarrollo personal, sino que se trata de la avasallante angustia crónica propia de un trastorno psiquiátrico. Y las dos pueden presentarse, superficialmente, como “falta de sentido ante la vida”. Pero las interpretaciones necesariamente han de ser diferentes; las interpretaciones en DBT son fundamentalmente de apoyo.
El terapeuta DBT debe dominar con pericia la teoría cognitiva ya que gran parte de su trabajo consistirá en enseñar a la paciente a observar y modificar paulatinamente sus distorsiones cognitivas, pensamientos disfuncionales y automáticos, etc.
La reformulación
Esta poderosa herramienta, proveniente del campo de las ciencias sistémicas, promueve una “disposición al sí” por parte de la paciente y por lo tanto colabora en diluir las actitudes negativas que algunas pacientes traen a la sesión. El objetivo central de esta herramienta es potenciar los recursos de la paciente, así como connotar positivamente ciertos eventos del pasado para que puedan ser reinterpretados de forma positiva.
“Desde pequeña tuviste muchos golpes que podrían haber derribado a cualquiera; vos pudiste soportarlos y crecer con ese dolor a cuestas. Haber seguido a pesar de tantos golpes y tanto dolor es la confirmación de tu fortaleza; tus ganas de mejorar tu calidad de vida, el haberte acercado aquí, son una muestra de tu valentía y tu tenacidad, por lo que vas a poder aprender muchos recursos muy valiosos que te seguirán ayudando a lidiar con el dolor.”
Lic. Castrobarros
Utilizando el conocimiento racional fuera del consultorio
El buen terapeuta DBT, además de dominar la teoría de Linehan, debería dominar otros interesantes postulados teóricos como los provenientes de las ciencias sistémicas (principalmente de la Terapia Breve Estratégica), los de las ciencias cognitivas en general, los de la psiquiatría y los de la Psicología Integral.
Es importante que el terapeuta tenga la posibilidad de incorporar conocimientos teóricos provenientes de otros campos del saber como la literatura, la matemática, la física, el misticismo, la biología, la antropología, la sociología… y muchos otros. Cuantos más postulados teóricos domine el terapeuta más competente será a la hora de atender a un paciente, de escribir un artículo, de supervisar un caso si es que se dedica al ámbito clínico. Desde ya que poco le servirá conocer acerca de la biografía de Don Pedro de Magallanes; sin embargo, es mejor que nada. Por lo tanto será necesario que el terapeuta establezca algún tipo de orden jerárquico.
Además, el terapeuta DBT necesita del espacio de supervisión (o psicoterapia si lo cree adecuado) para analizar sus propias distorsiones cognitivas, guiones mentales o pensamientos negativos que irán apareciendo a lo largo del tratamiento.
Reduccionismo racional
El reduccionismo en el ámbito del conocimiento racional consiste en descartar las áreas empírica y contemplativa. El Modelo Integral de Wilber nos recuerda siempre: todo tiene una parte de verdad. Un buen terapeuta debe ser inclusivo, y lo único que ha de rechazar son los dogmas. Por tanto lo deseable es valerse de lo que más riqueza nos aporte, independientemente de a qué ámbito pertenezca.
Lo primero que debemos hacer en DBT para no caer en reduccionismo dentro del ámbito racional es no rechazar las teorías conductuales ni las contemplativas. Tampoco hemos de transformar los formidables postulados teórico-prácticos de Marsha Linehan en un dogma. Creemos que este es un gran problema en la psicología, aunque algo similar sucede en la religión, la psiquiatría, las matemáticas y la música, sólo por nombrar algunas áreas del saber.
La teoría de Marsha tiene un matiz integral: incluye herramientas prácticas y teóricas provenientes de distintos campos del saber, lo que la convierte en una imprescindible herramienta clínica.
Ahora bien, el problema no es el postulado sino los sujetos que lo ponemos en práctica. Y esto sucede con la gran mayoría de las teorías psicológicas. Tomemos el caso del psicoanálisis freudiano: una brillante teoría creada por un brillante investigador. Cuando este postulado, útil en un campo como por ejemplo la interpretación del inconsciente, quiere aplicarse para resolver problemáticas ajenas a su campo, como por ejemplo dar indicaciones telefónicas a una paciente con TLP a punto de cortar sus venas, nos encontramos con serios problemas de adecuación.
Cuando el problema se hace evidente aparecen los sujetos que dogmatizan la teoría pretendiendo universalizarla de la forma más inmadura, mediante el fanatismo: “si la teoría no puede ayudar en el trastorno, el problema es el trastorno y no la teoría”.
Un buen remedio para no caer en este tipo de fanatismo consiste en aplicar la creatividad en el trabajo profesional para lograr integrar la teoría del autor con conceptos teóricos provenientes de otros campos del saber, y también con  ideas propias.
Otro remedio es comprender honestamente los límites de la teoría y derivar los casos clínicos que la teoría no pueda explicar, en caso de contar nosotros como terapeutas exclusivamente con conocimientos acerca de esa teoría; como ya hemos dicho, la mejor opción es estar munidos de saber en diversas teorías, de modo de poder ir aplicándolas de acuerdo a las necesidades de cada paciente en particular, en cada momento en particular. Para ello se requiere tener la suficiente capacitación y amplitud de conciencia como para poder ir en busca de diferentes autores provenientes de diversos campos, y todo esto es un difícil ejercicio que muchos psicólogos prefieren  evitarse.
El tratamiento es un proceso de cambio continuo, de mutaciones constantes; el terapeuta entrenado debe bailar esa danza sin apegarse demasiado a los postulados teóricos. Debe soltarlos cuando es necesario y aceptarlos cuando son imprescindibles. A fin de cuentas este es uno de los preceptos que queremos enseñarles a nuestras pacientes: no apegarse (al sufrimiento) y aceptar (el dolor).
Es de vital importancia comprender profundamente este mecanismo; de no ser así la teoría pasa a ser la responsable y la fuente de proyección de nuestros fracasos terapéuticos, cuando en realidad somos nosotros los que nos hemos apegado a una teoría en forma muy infantil. Cuando dependemos exclusivamente de un Gran Postulado Teórico para el ejercicio de nuestra labor terapéutica, esa subordinación generará un miedo que se instalará en la práctica. Por ello es tan importante nutrirnos de muchos saberes y crear nuestros propios postulados teóricos.
Sólo en la práctica, en la relación terapéutica, se manifestarán nuestros apegos y conflictos, tanto con el paciente como con los modelos teóricos hegemónicos; y gracias a esta revelación podremos resolverlos. Si sostenemos una actitud de observación y cuestionamiento en nuestra propia práctica terapéutica se despertará el interés necesario, al decir de Krishnamurti, para sembrar verdadera comprensión.
Teniendo esto bien claro el terapeuta deberá incorporar la esencia de la teoría, es decir la dialéctica. El armonioso balance entre cambio y aceptación que debe darse a lo largo de todo el tratamiento será producto de un esfuerzo prolongado por parte del terapeuta (¡y también de las pacientes!).
En este tipo de tratamientos, más que en otros, el terapeuta deberá aceptar el malestar inherente a la tarea de trabajar con pacientes severamente perturbadas (agresiones, desplantes, plantones, frustraciones, desesperanza), así como confiar y apostar plenamente al cambio aun cuando las condiciones no sean del todo favorables.
Más que ninguna otra persona, un terapeuta debe entender acerca de la potencia y el poder de convicción que tienen las ideas que se encuentran incrustadas en su yo, de modo que pueden transformarse en la única forma válida de conocer el mundo. Esa inmovilidad y falta de conciencia de su modelo mental es lo que conduce al reduccionismo racional, la falta de una auténtica comprensión de que las teorías y postulados no son verdades que traspasan épocas y civilizaciones, sino paradigmas útiles para algunas situaciones. La teoría de Marsha Linehan no es la Biblia, como tampoco lo son la de Freud, Perls o Wilber.
Conocimiento contemplativo
El uso de habilidades de conciencia, en particular la de estar presente, supone un salto transracional. Un destronamiento de la razón como método exclusivo de dirección de una sesión psicoterapéutica.
Utilizando el conocimiento contemplativo dentro del consultorio
La práctica de la atención plena dentro del consultorio, aprender a estar atento y presente, es la base de la verdadera validación, una de las estrategias centrales de todo el tratamiento (recordemos la dialéctica entre aceptación y cambio).
El estado de presencia es la primera y más importante herramienta de la que debe valerse un terapeuta de DBT. Estar presente durante las sesiones tiene un inmenso valor, mucho mayor del que somos capaces de racionalizar.
Estar presente es entregarse completamente a la tarea, es valorar y apreciar a nuestro paciente, es estar junto a él todo lo cerca que se puede estar para ayudarlo en este difícil tránsito del tratamiento.
Las pacientes de DBT más que ningún otro paciente requieren de nuestra capacidad de presencia para poder sanarse (recordemos otra vez la importancia que tiene el aprendizaje por modelado – ver “Conocimiento empírico, Impartiendo información a la paciente” -).
La relevancia que tiene para ellas el poder vislumbrar que pase lo que pase, que hagan lo que hagan, tienen enfrente a un terapeuta consciente y presente, dispuesto  a ayudarlas es, como dijimos, parte fundamental del proceso de curación.
Saber estar presentes es saber valernos de nuestra mente como instrumento, saber intensificar los sentidos y permitir que emerjan nuestro amor y compasión, indispensables en nuestra intrincada labor como terapeutas de pacientes con Trastorno Límite de la Personalidad. La presencia es curativa porque de la presencia brota el amor.
No podemos curar sin amar. Cuando hablamos de amar, desde ya que no estamos hablando de una versión romántica del amor, sino todo lo contrario. Se trata de una versión terrenal y auténtica del amor. Estamos hablando de paciencia, de generosidad, de compasión, de atención, de disponibilidad, de apertura, de escucha.
El estado contemplativo nos permite siempre respetar la esencia del paciente más allá de los condicionamientos de su personalidad, que pueden resultar bien molestos a la personalidad (y no a la esencia) del terapeuta.
Por supuesto que somos, además de terapeutas, seres humanos recorriendo un camino de crecimiento personal, y esto traerá aparejado el surgimiento del odio junto con el del amor. Debemos estar conscientes para observar este fenómeno y reducir sus efectos.
La presencia facilita el verdadero encuentro sanador entre los seres humanos. Y desde esa presencia emergerán los pensamientos necesarios (el yo racional) que el terapeuta necesita para su labor. No debe esforzarse por ser racional, este estado emergerá de la presencia sólo si es necesario. Sin la presencia consciente el paciente se convierte en otra parte del mundo ajeno que rodea al terapeuta. (¡y que puede ser analizado por nuestros sentidos!).
En el estado de presencia, cuando la atención es realmente plena, surge en el terapeuta la capacidad de apreciar la plenitud que conlleva cada momento de su sesión psicoterapéutica. Está allí con otro ser humano, escuchando su padecimiento dispuesto y entregado a darle ayuda. En ese estado de presencia aparece el profundo sentido de la práctica psicoterapéutica.
Esta práctica toma aún mayor relevancia cuando el estado de presencia ejerce su efecto liberador. El terapeuta cobra mayor fuerza y libertad cuando aprende a estar consciente y deja de caer en pautas condicionadas o reactivas propias de las teorías a las que se ha apegado. Frecuentemente nos dejamos arrastrar por las teorías y quedamos atrapados en ellas, y nuestras acciones y conductas en sesión quedan totalmente condicionadas. Allí esta el aprendizaje de la atención, allí se encuentra la libertad.
Por lo general las pacientes que están acostumbradas a vivir un alto grado de padecimiento y malestar ayudan al terapeuta a estar más atento en la sesión. Éste no podrá manejarse mecánicamente; los hábitos serán criticados y las formas cuestionadas, y esto es de gran valor ya que se destruirá la complacencia del propio terapeuta hacia sus hábitos mecánicos no conscientes. Por lo tanto el terapeuta deberá potenciar su propia habilidad para autoobservarse en las sesiones. Si bien es necesario tener la capacidad de planificar una sesión, el terapeuta DBT debe ser sumamente consciente de que el grado de incertidumbre es mucho mayor que el de cualquier otro tratamiento. La paciente puede llegar en medio de un brote de angustia, puede haber tenido conductas autolesivas antes de la visita terapéutica, puede estar enojada y no querer hablar, puede tener una regresión y comportarse como una niña pequeña que necesita de un terapeuta que la contenga.
Son múltiples las variables pero hay algo que no puede variar: la capacidad de presencia del terapeuta. Deberá modificar su esquema y su planificación, en caso de ser necesario, sin que ello afecte su capacidad de presencia.
Recabando información de la paciente
Los sentidos
Nos serviremos como ejemplo de la vista. En el terreno del conocimiento empírico utilizamos la vista para observar, es decir obtener datos directamente de la realidad, no mediatizados. Esos datos se transforman en información para el ámbito del conocimiento racional, que permitirán hacer, en este terreno, deducciones, clasificaciones, inferencias, pronósticos, etc.
Cuando estamos en el terreno del conocimiento contemplativo utilizamos la vista para ver y contemplar con presencia y profundidad. El sujeto que observa y el objeto observado dejan de ser, como lo son para el empirismo, dos cosas diferentes, y pasan a unirse en un único fenómeno: la presencia. Y sólo desde esa presencia podremos ver sin juzgar como bueno, malo o de cualquier otro modo lo que está sucediendo instante tras instante.
El hecho de que se produzca este tipo de fenómeno es una herramienta indispensable para un buen terapeuta DBT. Debe saber cómo hacerlo, del mismo modo en que debe saber usar sus sentidos con un fin empírico y su razón con un fin analítico.
“Mientras Susana relataba lo penosa que había sido su semana, mi mente se detuvo y pude mirarla con gran profundidad. Mis ojos se fundieron con  los de ella y mi atención era total. Luego, brotó de mí una auténtica validación por todo el malestar que había tenido que tolerar. Ella comentó, cuando se iba, que sentía una inmensa paz que quería aprender a replicar.”
Lic. Benítez
Recabando información del terapeuta
Estando presente durante la sesión el terapeuta puede atender a la naturaleza de su propia mente, sus pensamientos, sus espacios, el vacío, sus reacciones.
Autoobservación profunda, que difiere del conocimiento racional porque no estamos aquí interpretando o clasificando los pensamientos, sino que tan sólo los observamos y dejamos que prosigan su rumbo. Si el terapeuta quiere conseguir mayor conciencia y claridad a la hora de atender a sus pacientes debe practicar, practicar y practicar este ejercicio durante las sesiones.
El terapeuta también se ejercita y es importante que anoticie de su trabajo interior a la paciente. Él también sufre con el automatismo y la mecanicidad de la mente, que lo vuelven inconsciente. Cuando las pacientes se enteran de este notable ejercicio pueden normalizar y comprender con mayor claridad la propia naturaleza de su mente. Ya deja de ser el trastorno el único causante de su malestar. Hay una tarea que todos debemos hacer si queremos aumentar nuestra calidad de vida.
Impartiendo información al terapeuta
Cuando el terapeuta toma contacto con el conocimiento contemplativo poco a poco se irá autoimpartiendo las propias cualidades de este campo.
Ayudar
El terapeuta que pierde contacto con su impulso de ayudar es como el artista que pierde contacto con su impulso creativo. No estamos en las sesiones de psicoterapia para acrecentar nuestro narcisismo con “brillantes” interpretaciones (si son brillantes mejor, si acrecienta el narcisismo que lo haga, pero debe ser una corriente subalterna, no la principal, que es ayudar). Ayudar es estar presente, atento y disponible.
Aceptar el momento
El terapeuta deberá aceptar conscientemente durante las sesiones psicoterapéuticas la activación de emociones que le pudieren generar malestar. En este sentido es que deberá aprender a tolerar el malestar.
En la relación con pacientes con TLP es muy probable que por momentos sea visto como una persona que la apoya incondicionalmente, y en otros momentos (que puede ser el siguiente inmediato) se transforme en un tirano que la hace sufrir (precisamente por uno de los mecanismos más habituales de la paciente TLP: idealización/devaluación, que sin dudas aparecerá también en el vínculo con el terapeuta). El terapeuta debe aceptar que será colocado en esa posición y soportar el malestar inherente a la misma.
También deberá tolerar la manifestación emocional excesiva como enojos hacia el terapeuta en relación a los eventos que puedan desencadenarla, como por ejemplo que el jabón del baño del consultorio sea demasiado pequeño. El terapeuta deberá aceptar radicalmente que en el vínculo con estas pacientes va a sentirse manipulado y chantajeado emocionalmente.
Gran cantidad de personas que padecen TLP poseen una gran sensibilidad y habilidad para decodificar cualquier pequeña señal emocional o intencional de las personas con las que interactúan. Y el terapeuta es una de esas personas. Por lo tanto tendrá que desarrollar la habilidad de ser auténtico en las sesiones, valorando el conocimiento y la habilidad de la paciente al tiempo que sosteniendo el rumbo y la dirección de la sesión.
El terapeuta deberá aceptar también que, aunque haga sus mayores esfuerzos, habrá momentos en los que invalide lo que sienta la paciente. Y ella se lo hará saber, y muy seguramente lo colocará en la misma bolsa que a todos los otros terapeutas y personas que pasaron por su vida invalidándola. El terapeuta deberá aprender a disculparse cuando sea necesario y validar de esa manera lo que la paciente estaba sintiendo, y su disculpa debe provenir, también, del ámbito contemplativo: debe estar verdaderamente imbuida de autenticidad y presencia.
La paciencia
Irá brotando poco a poco mientras el terapeuta practique la atención y la presencia conscientes. Esta cualidad le ayudará a entender que la paciente, más allá de lo que desee el terapeuta, tiene un ritmo determinado en su evolución durante el tratamiento. El rol del terapeuta es acompañar este ritmo cuidando que se cumplan los objetivos de la terapia.
La paciencia servirá al terapeuta para no reaccionar ante eventuales provocaciones que pueda recibir por parte de la paciente. Para que haya paciencia debe haber verdadera comprensión, lo que lleva a una auténtica compasión por el dolor del otro.
Paciencia no es pasividad, no es dejar de hacer lo necesario y efectivo. Simplemente es saber cuándo y cómo hacerlo.  Detrás de la paciencia se esconde la mente sabia.
El uso del lenguaje
En el terreno empírico la importancia de esta habilidad está dada por el ritmo, los silencios, las pausas; es decir, por los componentes observables; en el terreno racional el hincapié esta puesto en el adecuado uso de los símbolos, en lo acertado o desacertado de las interpretaciones, etc.; en el terreno de lo contemplativo, sin embargo, florecerán y serán expresadas, mediante el lenguaje, cualidades como la gentileza, la veracidad, la inspiración y la moderación (todas cualidades señaladas por el Buda).
El lenguaje que proviene del corazón es gentil y moderado, y por sobre todas las cosas auténtico y sincero.
Impartiendo información a la paciente.
Cuando se enseñan habilidades de conciencia a las pacientes es importante tener en cuenta la elección del momento de la sesión. Hay que comprender que las pacientes una vez que se enfadan o se angustian por algún tópico tratado o alguna cuestión personal con el terapeuta tienen un lento retorno a la calma, y conviene esperar a que estén relativamente calmadas para poder ahondar en las cuestiones técnicas del ejercicio.
Marsha Linehan tiene diseñado un módulo de habilidades de conciencia que las pacientes aprenden en grupo y que el terapeuta debe practicar una y otra vez durante el curso de las sesiones individuales para crear el hábito en las pacientes.
Es conveniente que el terapeuta ponga énfasis en la importancia de la práctica para el desarrollo de este repertorio de habilidades, pero antes tendrá que aprender a disuadir las eventuales resistencias que pudieren presentar las pacientes ante esta demanda terapéutica.
El hecho de que las resistencias crezcan cuando el terapeuta quiere impartir conocimiento contemplativo tiene al menos tres explicaciones.
Por un lado, en el imaginario social lo contemplativo está ligado a lo espiritual, lo espiritual a lo religioso y lo religioso a lo dogmático. Es necesario que el terapeuta valide este tipo de resistencias comprendiendo la significancia que tienen, a la vez que enfatice el valor psicológico y no dogmático-religioso que supondrá para las pacientes el aprendizaje de estas habilidades.
Por otro lado, los ejercicios de respiración, por ejemplo, suelen requerir de una práctica y una paciencia prolongadas que por lo general las pacientes prefieren evitarse. Por ello el consultorio debe ser el principal espacio de práctica.
Por último, para este tipo de pacientes puede ser especialmente dolorosa la búsqueda de contacto con su propio ser contemplativo, con su esencia, dado que al no estar integrado su self, el temor a la sensación de despersonalización o desintegración se interpone en forma de grandes resistencias. Por esto también es que el consultorio debe ser el lugar de práctica, ya que el terapeuta estará capacitado para contener cualquier tipo de contingencia que pudiere ocurrir.
Utilizando el conocimiento contemplativo fuera del consultorio
El terapeuta DBT debe estar convencido acerca de la utilidad de las habilidades de conciencia y comprometido con alguna práctica de tipo contemplativo. La verdadera práctica será la llave de ingreso necesaria para acceder a este reino; sin práctica, sólo estaremos frente a instintos prerracionales o, en el mejor de los casos, meras teorías racionales acerca de lo que significa estar presente.
Si se quiere enseñar lo que es estar presente, se debe haber experimentado. Y esto es serio. Es el terapeuta en primer lugar el que debe observar y prestar la más delicada y dedicada atención a sus patrones de pensamientos repetitivos que le impiden estar consciente y presente.
Y cuando hablamos de atención no mediatizada por la razón, de atención inmediata, no estamos regresando a los sentidos. No es un paso atrás, no es una vuelta de la razón a los sentidos, del conocimiento racional al empírico. Es un paso adelante, donde los sentidos pueden ser un vehículo de entrada, pero el asunto no termina allí.
La atención plena, la atención sin juicios de valor, ecuánime, no es prerracional sino transracional. Es un estado difícil de conquistar; requiere de un alto grado de presencia consciente, que sólo se logra a través de la práctica. Sólo la práctica comprometida comenzará a generar destellos de atención plena en la vida de los terapeutas. Y estos destellos  aportarán la paz, la armonía y la claridad que el terapeuta necesita cuando transita este tipo de tratamientos (¡y en su vida personal también!).
Observando su mente con consciencia plena y ecuánimemente podrá descentrarse realmente del alboroto mental en el que vive. Cuando uno atiende a pacientes con TLP la mente puede alborotarse demasiado por la infinidad de contradicciones y eventualidades desafortunadas que aparecen.
En lugar de rumiar acerca de nuestras experiencias y centrarnos en las causas y consecuencias de las mismas, la conciencia plena nos lleva a la observación no judicativa de nuestras experiencias mentales.
Sólo un terapeuta que haya incorporado y esté practicando o por consolidar esta habilidad tendrá verdadera consciencia de su importancia y valor. El trabajo en pos de lograr la incorporación de esta habilidad tiene una gran recompensa: el acceso una nueva visión de mundo, una visión más compleja, profunda y madura desde la cual podemos reinterpretar las experiencias vividas. Una visión de mundo desde la cual puede desplegarse una capacidad sanadora insospechada.
Y esto es lo más importante que tenemos para transmitir a nuestras pacientes. Ayudarlas a acceder a esta nueva visión de mundo es ayudarlas a desplegar un nuevo poder de autosanación. Desde esta nueva visión las pacientes podrán reelaborar experiencias pasadas desde un marco interpretativo más adecuado sin ser siquiera conscientes de ello. Esto no quiere decir que no tendrán que seguir viéndoselas con visiones de mundo más inmaduras. Esas viejas visiones seguirán copando su campo consciente día a día, y seguirán teniendo el poder de generar sufrimiento. Pero ya no serán las únicas. Ya se habrá accedido a una nueva visión que se irá entremezclando día a día con los viejos patrones del pensar. El viejo ego conceptual, narcisista y egocéntrico, que no hace mas que potenciar las experiencias de dolor que han sufrido estas pacientes, comienza a perder poder frente a la emergencia de un nuevo estado de conciencia.
Mientras uno atiende a pacientes con TLP y sobre todo cuando sus horas de descanso se ven interrumpidas por un llamado urgente, muchas veces aparece la pregunta: ¿Por qué demonios estoy haciendo esta locura? ¿Por qué no me dediqué a la botánica o al windsurf?
Estas preguntas pueden contestarse utilizando una de las habilidades de Marsha que tiene que ver con “encontrar un sentido”, y para esto uno debe apelar principalmente al corazón. Por lo general esa asunción de significado trae aparejado cierto alivio y coraje para proseguir con esta noble tarea.
“El significado principal que descubrí para explicarme los motivos de mi práctica terapéutica en este programa fue el de comenzar a practicar zazen y meditación contemplativa. Prácticas en las que no había incursionado y que practico desde hace más de ocho años. Es decir, mi práctica en DBT fue el comienzo de la puesta en práctica de mis necesidades espirituales que tan rechazadas se encontraban por mi razón. En el equipo DBT comprendí lo que es ayudar.”
Lic. Diego Martini
“Como terapeuta he experimentado un gran dolor provocado por el suicidio de una paciente del programa. Ella quería aliviar su angustia mediante una conducta autolesiva; no pudo controlar el daño de la misma y perdió la vida. En ese momento todo fue caos para mí. Muchas emociones aparecieron y llegaron a desbordarme. Estuve muchas noches sin conciliar el sueño.
Fue imprescindible para mí la contención, fundamentalmente la de mi equipo de trabajo, que supo brindarse y estar a mi disposición. Aprendí una gran lección. Y, por sobre todo, este hecho fortaleció e hizo más consciente mi decisión de seguir trabajando en el equipo. Un terapeuta DBT debe tener bien claro que está al borde de la tragedia permanentemente. Para operar desde ese lugar hacen falta convicción y firmeza.
Trabajar con tanta intensidad de dolor me ayudó a ver y a entender el verdadero compromiso que uno tiene cuando se dispone a ayudar a otro. Ser consciente de que como terapeuta clínico uno está principalmente para ayudar es algo que aprendí en mi práctica. Ninguna escuela psicológica me lo enseñó. Y cuando uno aprende a ayudar, algo que es muy difícil de hacer, comienza a descentrarse de sus necesidades egoicas, y por lo tanto se abre al área contemplativa. Concientizar en la tarea de ayudar también es una ardua práctica.”
Lic. Diego Martini
Reduccionismo contemplativo
De igual forma que en los que ya hemos visto, el reduccionismo en el área contemplativa consiste en rechazar o restar importancia a todo lo concerniente a los ámbitos empírico y racional.
Marsha, al introducir el mindfulness como una habilidad particular para relajar el psiquismo, va a quebrar implícitamente los límites de la psicoterapia occidental, en general abocada a las interpretaciones y reformulaciones de los guiones mentales del ego.
Ahora bien, debemos recordar que esta habilidad es usada tradicionalmente para ayudar a trascender los límites del ego (para que el sujeto descubra que puede observar su mente y por lo tanto dejar de estar plenamente identificado con ella), y que estamos trabajando con pacientes que tienen problemas en la estructuración de su self.
Debido a que sólo puede trascenderse sanamente un estadio del desarrollo cuando este se halla plenamente integrado, y dado que no es este el caso de las pacientes con Trastorno Límite de la Personalidad, la introducción a la práctica de esta habilidad debe usarse con mucha cautela si no queremos provocar más problemas de los que estas pacientes ya tienen. Un mal uso de esta habilidad puede, por ejemplo, maximizar síntomas de despersonalización.
No hemos de buscar, mediante las prácticas contemplativas, un salto evolutivo de las pacientes hacia el estadio transracional, dado que el acceso a estadios sólo puede ser secuencial y las pacientes TLP se encuentran en un nivel prerracional. A lo que apuntaremos, entonces, es a que la atención consciente sea una herramienta que ayude a las pacientes a tolerar el dolor.
El terapeuta no es un maestro zen ni un cura de aldea, y su tarea no es la de transformar espiritualmente a la paciente. No hay que enseñar a las pacientes a meditar, sino a potenciar la atención mientras desarrollan sus actividades, y lograr de ese modo hacer una cosa por vez (conciencia plena).
Estamos tratando una dolencia cuyo origen no es únicamente de naturaleza espiritual (por lo general estas pacientes tienen graves carencias en sus áreas física, emocional, mental, y también espiritual); es un grave error, por lo tanto, caer en este reduccionismo. No debe sobreutilizarse entonces esta habilidad y no hay que hacer en ella más hincapié que en las otras.
Muchos terapeutas tienen una predilección especial por enseñar esta habilidad debido a su propia necesidad personal de autorrealización (nivel en el que se encuentra gran parte de los terapeutas); en muchos casos es esto lo que prevalece, en lugar de la verdadera necesidad de la paciente, que por lo general se encuentra en el estadio de necesidades de seguridad, de acuerdo a la Pirámide de Maslow, muy por debajo del estadio de autorrealización.
En el caso de la paciente esta habilidad es antes que nada una manera de interceptar una disfunción mental exacerbada (gran actividad de la mente emocional) y no es más exitosa, en la mayoría de los casos, de lo que pueden ser las actividades distractoras provenientes del ámbito de las habilidades de tolerancia al malestar.
Por todo lo dicho, es de indispensable importancia que el terapeuta comprenda que deberá ir enseñando las habilidades de una forma equilibrada, teniendo en cuenta cuáles son las prioridades del tratamiento en cada momento. Por lo general las habilidades de tolerancia al malestar son muy contundentes al principio del tratamiento cuando el objetivo central tiene que ver con la reducción de conductas autolesivas. Una vez avanzado el tratamiento, se podrán introducir, (siempre teniendo en cuenta la eficacia con respecto a la paciente y no la necesidad del terapeuta), paulatinamente, habilidades del ámbito contemplativo.
En lo que concierne al terapeuta, dentro del consultorio, debe estar atento y alerta a la vez que relajado; pero no puede únicamente contemplar a la paciente en estado meditativo profundo. Debe hacer uso de su mente racional y de su mente emocional también. Y de este sabio equilibrio partirá su máxima potencia para ayudar.
Notas:
(1) En este artículo hablamos de pacientes en género femenino dado que la experiencia indica que la gran mayoría de pacientes TLP son mujeres.
(2) Los nombres que utilizamos para firmar los ejemplos son ficticios. Los testimonios corresponden a supervisiones reales.
Bibliografía:
Wilber Ken; Los tres ojos del conocimiento: la búsqueda de un nuevo paradigma; Kairós, 1991
Linehan, Marsa M.; Manual de tratamiento de los trastornos de personalidad límite; Paidos Ibérica, 2003
Para conocer más acerca de Marhsa Linehan: https://es.wikipedia.org/wiki/Marsha_M._Linehan - http://www.linehaninstitute.org/ (en inglés)

martes, 16 de febrero de 2016

BILLETES CORRECTOS


El Dharma es libre. Nadie debe cobrar por enseñar o transmitir el Dharma. El Dharma que toca el
dinero no es Dharma en absoluto. Cuando el Dharma se vende allí encontramos la raíz de todos
los males. El Dharma se ofreció de forma libre y gratuita para todos los que lo han buscado: en
ello radica su pureza, nobleza, y su honorabilidad.
De esta manera nos encontramos con un extraño antagonismo entre el Dharma y los dólares. Al
tratar este tema del dinero y del Dharma o del dinero y la espiritualidad hay, al menos, dos ítems
muy diferentes que deben ser tratados por separado. El primero es el valor monetario apropiado
de cualquier intercambio relacional (de atención médica, la educación, los bienes y servicios en
general), y la segunda es, debe el intercambio monetario estar vinculado a la enseñanza del
Dharma?
Tomaremos el último de los dos asuntos, el más difícil, en primer lugar. Los primeros sistemas del
Dharma del Este y del Oeste han surgido, sin excepción, en el llamado "período axial" (Karl
Jaspers), este grandioso período comenzó alrededor del siglo 6 AC (más o menos varios siglos), un
período que vio el nacimiento de Gautama Buda, Lao Tzu, Confucio, Moisés, Platón, Patanjali – un
periodo que durante los próximos siglos incluirá a Ashvaghosa, Nagarjuna, Plotino, Jesús, Philo,
Valentino .... (Prácticamente la totalidad de las más importantes tradiciones de filosofía perenne
se han establecido por primera vez durante esta increíble era (el budismo, el hinduismo, el
taoísmo, el judaísmo y el cristianismo....)
Y en cada uno de estos casos, sin excepción, la civilización en la que estos profesores surgieron
fue agraria.
Las culturas y ( y las estructuras sociales) pueden dividirse y clasificarse de muchas maneras. Una
forma es de acuerdo a la visión de mundo predominante de la cultura (arcaica, mágica, mítica,
racional, existencial) - lo que significa que, el nivel de conciencia alcanzado por el individuo
promedio o típico en aquellas sociedades (por lo tanto constituye la "visión oficial" de la realidad
de que la sociedad, es decir, su visión del mundo).
Otra manera es de acuerdo a la base tecno-económica de la sociedad (recolectora, hortícola,
agraria, industrial, informática) - que se refiere a los medios básicos de producción que la sociedad
utiliza para alimentarse y vestirse a sí misma y la manera que satisface sus necesidades básicas
(las cinco grandes visiones del mundo están correlacionadas con las cinco principales bases
técnico-económicas: se levantaron juntas y se influyen mutuamente.)
Sociedad recolectora significa caza y recolección (la mayoría de estas sociedades existieron antes
de la invención de la rueda; el promedio de vida acerca de 22,5 años, el tamaño promedio
máximo de la tribu: 40 personas, sus ideas ecologistas más profundas: todos los hombres de
verdad podían cazar, todas las mujeres reales recogen las frutas). esta fue la forma principal de las
sociedades humanas de quizás un millón de años.
La sociedad hortícola se basa en la plantación sencilla (generalmente se hace con una azada o
coa), que fue introducida alrededor de 10.000 AC Las mujeres producen la mayor parte de los
productos alimenticios en las sociedades hortícolas (incluso las mujeres embarazadas podrían usar
un palo de cavar, y la vivienda familiar estaba justo al lado del lugar de trabajo, para que las
mujeres no se vieran obstaculizadas por la maternidad, las mujeres producen el 80% de los
productos alimenticios en estas sociedades los hombres, por supuesto, continuaban vagando,
cazando, siguiendo los principios de la testosterona: fornicar y matar). Debido a la importancia de
las mujeres en la producción de los medios de subsistencia, alrededor de 1/3 de estas sociedades
tienen todas las deidades femeninas (el "matriarcado", la "gran madre"), y aproximadamente 1/3
tienen deidades masculinas y femeninas mezcladas. La duración de la vida media fue de unos 25
años. El mayor ritual religioso: el sacrificio humano. (Donde los ecomasculinistas aman las
sociedades recolectoras, las ecofeministas aman las sociedades hortícolas: su idea del cielo es:
“nos encantan los viejos palos de excavación”. )
Sociedad agraria significa agricultura avanzada utilizando diversas formas de arados de tracción
animal. Un palo de cavar puede ser fácilmente manejado por una mujer embarazada, un arado
no, y las mujeres que trataron de hacerlo sufrieron tasas significativamente más altas de aborto
involuntario (que es a su ventaja darwiniana para no arar). Y por lo tanto, con la introducción del
arado un masivo cambio en la cultura comenzó.
En primer lugar, ahora casi todos los alimentos se producen exclusivamente por los hombres (los
hombres no querían hacer esto, y no desearon "quitar" u "oprimir" la fuerza de trabajo femenina:
los hombres y las mujeres decidieron que el arado pesado fuera el trabajo masculino; para los
hombres, esto sin duda no era como un día en el playa, y no era tan divertido como el gran juego
de cazar, algo a lo que los hombres tuvieron que renunciar.
Los hombres comenzaron a ser prácticamente los únicos productores de alimentos, y luego - sin
sorpresa – las figuras de deidades en estas culturas cambiaron de sexo femenino a la orientación
masculina. Un sorprendente 97% de las sociedades agrarias tuvieron únicamente deidades
masculinas (el "patriarcado"). Los hombres comenzaron a dominar la esfera pública (gobierno,
educación, religión, política) y las mujeres dominaron el ámbito privado (familia, hogar, casa; esta
división se refiere a menudo como producción masculina y reproducción femenina). Las
sociedades agrarias comenzaron a surgir en torno al 4,000-2,000 AC, tanto en el Este como en el
Oeste, y éste fue el modo dominante de producción hasta la revolución industrial.
En segundo lugar, la agricultura de avanzada creó un excedente masivo de alimentos, lo que
liberó a una gran número de individuos (machos) para el cumplimiento de finalidades distintas de
recolección y creación de alimentos (la tecnología agraria liberó a algunos hombres de la
producción, pero las mujeres siguieron ligadas a la reproducción). Esto permitió, por primera vez
en la historia, que surgiera una clase altamente especializada: los hombres que podían dedicar su
tiempo no a los esfuerzos de subsistencia sino a la acción cultural: se inventaron las matemáticas,
se inventó la escritura, y - la guerra especializada. La producción de un excedente de hombres
libres (bajo el imperio de la parte de la testosterona que dice “mátalo”) comenzaron a construir
los primeros grandes imperios militares a través del mundo, comenzando alrededor de 3000 aC,
llegaron los Alejandros , los Césares , los Sargons y los Kahns: imperios masivos que,
paradójicamente, comenzaron unificando las tribus dispares en órdenes sociales. Estos imperios
mítico-imperiales con el surgimiento de la racionalidad y la industrialización, darían paso a la
nación-estado moderna.
En tercer lugar, una clase de individuos quedó libre para reflexionar sobre su propia existencia. Y
por lo tanto, con estas grandes culturas agrarias, llegaron los primeros esfuerzos sostenidos en las
practicas contemplativas, esfuerzos que no van a encontrar al Espíritu sólo en la biosfera "por ahí"
(sociedad mágica, cazadora y recolectora), y no sólo en los Cielos míticos "allá arriba" (mitología,
hortícolas y comienzos de sociedad agraria), sino que el Espíritu está ubicado "aquí," a través de
la puerta de la subjetividad profunda, la puerta de la conciencia interior, la puerta de la
contemplación.
Y así surgieron los grandes sabios axiales, cuyo mensaje fue prácticamente idéntico en todas
partes: "El Reino de los Cielos está dentro." Todo esto fue radicalmente nuevo ....
Por otra parte, este nuevo avance espiritual se hizo de una forma particular, y se describe como
"puramente ascendente." Es decir, todo el mundo manifiesto se consideró, básicamente, como el
mal. El mundo manifiesto es el mundo del samsara, del sufrimiento, de la ilusión, de la tentación,
del mal, del dolor. Y el objetivo principal de la realización espiritual es, pues, que el Reino de los
Cielos "no es de este mundo.”La realización espiritual, por lo tanto, implica la extinción de la
manifestación (samsara), en lo no manifiesto, no nacido, no creado (nirvana) - y todo lo que en el
mundo manifiesto es tentador, es por lo tanto "pecado" (sin embargo concebido).
Y esto significa, sin excepción, que los grandes pecados tenían que ver con el oro (dinero) y con el
sexo (las mujeres). La comida se ubicaba junto a esta trinidad incrédula, la idea es que si estabas
realmente obsesionado con el deseo de comer tenías hambre de samsara y de su sufrimiento.
El dinero, la comida, el sexo. El gran No-no del varón agrario puramente ascendente de las
tradiciones de sabiduría. No es casual que en la segunda noble verdad del Buda - la causa del
sufrimiento es el deseo - significa específicamente el deseo sexual, y eso significa, por supuesto,
las mujeres. "Eva" (o cualquiera sea su nombre) estaba en todas partes como la gran tentadora, y
la gran fuente del mal.
El dinero no fue menos problemático. Cristo conduciendo a los comerciantes del templo fue
probablemente una buena idea: pero más que eso, fue el tono emblemático de los primeros
grandes sistemas ascendente del Dharma: La manifestación es sucia, la manifestación es
diabólica, y el varón ascendente simplemente no debería traficar con dinero, comida y sexo.
Todo esto le roba sus jugos vitales y su poder: el poder de salir la rueda, salir del juego, para
extinguirse en lo no manifiesto, lo increado, lo no nacido.
Las sociedades agrarias fueron compatibles en torno al macho ascendente, y los monjes, los
yoguis, los sanyasin, los mendigos, fueron apoyados exclusivamente por las limosnas y donativos
de los fieles. El Dharma era puro, el Dharma estaba limpio, el Dharma no tocaría el samsara, no
tocaría el dinero (o al menos, no gozaría de él ),ni de la comida, ni del sexo (o la mujer).
Y, sobre todo, no se cobraría por la difusión del Dharma. Esto sería, en efecto, el tráfico con el
diablo, con Mara, con la manifestación.
Y así, sin excepción, estas tradiciones del Dharma, tanto en el Este como en el Oeste tenían (y
siguen teniendo) un desprecio hacia el dinero, la comida, el sexo, y la mujer; y la ética de estos
sistemas agrarios ascendentes fue diseñar el modo de evitar y renunciar a estos males. (Todo lo
cual, podemos suponer que era prácticamente inevitable en las circunstancias de la organización
social agraria.)
Y todo esto iba a cambiar dramáticamente con dos acontecimientos extraordinarios. El primero
fue el surgimiento de los sistemas no duales (tanto en el Este y Oeste), y el segundo, la
industrialización (en Occidente, pero con implicaciones globales de largo alcance).
La revolución no dual, introducida en el oeste por el brillante Plotino y en el este por el notable
Nagarjuna, tenía un principio básico: el mundo manifiesto del samsara no es un impedimento al
Espíritu, sino es más bien la expresión perfecta del Espíritu: el samsara y el nirvana son no-dos. El
Vacío es Forma, y la Forma es Vacío.
La revolución traída por Plotino y Nagarjuna es de la misma forma: Plotino golpea a los gnósticos
ascendentes (quien enseñaban que el reino manifiesto era la encarnación del mal) con una crítica
devastadora que decía, en efecto, ya que este mundo manifiesto es en realidad la creación y
expresión del Espíritu, entonces ¿cómo se puede despreciar este mundo y decir que amas
Espíritu? Si te gusta el padre, ¿cómo se puede odiar al niño? Plotino en efecto acusa a los
gnósticos ascendentes de un abuso espiritual brutal. La realización espiritual completa se
encuentran en el perfecto abrazo no-dual de este mundo, no en huir de este mundo a lo no
manifiesto.
Que es precisamente el mismo ataque devastador que Nagarjuna desata en el budismo
theravada. Su "nirvana", señala, es dualista en su mismo núcleo - nirvana frente samsara, el uno
contra los muchos, el infinito frente a lo finito, lo no manifiesto contra lo manifiesto - y esto no
trae liberación, sino una sutil esclavitud. La revolución de Nagarjuna daría lugar directamente a
todas las formas de budismo Mahayana, al budismo Vajrayana, a las diversas formas de Tantra, y –
influiría en Gaudapa y Shankara – en el hinduismo Vedanta: todo esto, de Nagarjuna hacia lo Nodual.
La esencia de la tradición No dual (tanto en Plotino y Nagarjuna) es que los caminos ascendentes
son correctos pero muy parciales. Además de la ascensión a una pura vacuidad y a la Unidad, está
el descenso perfecto del Uno en los Muchos. No sólo pura trascendencia sino también inmanencia
perfecta. Todo el mundo manifiesto es una expresión perfecta del fundamento vacío y radiante. Y
el ascenso a lo No manifiesto, lo No nacido, y lo No creado tiene que estar integrado con el
descenso del Uno en los Muchos.
Por lo tanto, el camino de de asenso es el Camino de la Sabiduría (que da cuenta de que toda
forma es vacío), y el camino de descenso es el Camino de la Compasión (que considera que el
Vacío se manifiesta como toda forma, que por lo tanto, se debe tratar con amor y compasión). El
Eros ascendente de Dios tiene que estar unido con al Ágape descendente de la Diosa: la unión de
la Sabiduría y la Compasión, el Uno y los Muchos, el Ascendente y el Descendente: esta unión era
la esencia de las tradiciones no duales (encarnado más gráficamente en el Tantra, con hombres y
mujeres, eros y agapé, ascendiendo a la sabiduría y bajando la compasión, unidos en un abrazo
sexual: ahora bien, eso era totalmente nuevo!)
En consecuencia, esta orientación no-dual implicó una profunda reevaluación de la naturaleza
"pecadora" del samsara y ,sobre todo, de la naturaleza "pecaminosa" de dinero, la comida, el sexo
(y las mujeres).Lo que los caminos ascendentes tomaron por distracciones principales del Espíritu,
se ven ahora como gloriosas manifestaciones del Espíritu. "Esta tierra y todo en ella", dice Plotino,
“se convierte en un bendito ser".
Nirvana y samsara son no-dos, y por lo tanto nunca se puede encontrar el nirvana huyendo del
samsara: esto sería como tratar de encontrar la parte delantera huyendo de la espalda.
Las tradiciones no duales dan un consejo, no el de la renuncia y la purificación (camino
ascendente), sino más bien el de la transformación y transmutación: los cinco venenos son “uno”
con las cinco sabidurías (por ejemplo, si entras en cólera junto al vacío descubrís la sabiduría de
claridad en su base) Las impurezas, tal como son, son expresiones de la conciencia primordial, y
por lo tanto no se debe renunciar a ellas, sino que producen la auto-liberación, tal y como son, en
su propia pureza primordial. El samsara ya no es el obstáculo principal al Espíritu, sino que es la
pantalla perfecta del Espíritu, de creatividad y actividad compasiva, y debe ser tratado como tal.
Este camino no dual, por supuesto, está abierto a sus propias dificultades (que son legión), pero la
reorientación básica es obvia: ya no es una cuestión, por ejemplo, de abstinencia sexual sino de
una adecuada sexualidad como expresión espiritual. Y la mujer ya no es tan mala, sino que es una
manifestación de la Divinidad. Y ya no hace falta una postura anti-comida como cruzada religiosa:
incluso la carne y el alcohol, y otros "intocables" son totalmente apropiados si entran con una
conciencia vacía (y fueron ritualmente utilizados de esa manera, como una indicación de que
todos los aspectos del samsara son una expresión de lo Divino y no debe ser despreciado). Y,
como veremos, esto implica , no lo anti-dinero, sino un apropiado dinero, billetes apropiados (la
postura anti-comida dio paso a una alimentación apropiada y la postura anti-sexo dio paso al
sexo apropiado). El disgusto con el dinero era un disgusto profundo con la manifestación, un odio
al samsara, y deseo de no “suciedad” en el reino ordinario: todo lo cual la orientación No Dual
encontraría completa y profundamente confundido.
Ahora, así como las tradiciones no duales trajeron una revolución en la relación con el samsara
(con el sexo, la comida, el dinero, el cuerpo, la tierra y las mujeres), no obstante, estas tradiciones
surgieron en una economía agraria y se quedaron, en muchos aspectos, impregnadas de la ética y
la moral de lo que equivale, en muchos aspectos, a un viejo club de hombres. La revolución
decisiva para las mujeres tuvo lugar, no en el Oriente sino en Occidente, y no dependió del
idealismo sino de la máquina de vapor.
La industrialización, a pesar de todos sus horrores y todos sus efectos secundarios desagradables,
fue , ante todo un medio tecnológico para asegurar la subsistencia no de los humanos ( y sus
músculos) que trabajan en la naturaleza, sino de la potencia de la máquina que trabaja en la
naturaleza. Cuando las sociedades agrarias exigieron el trabajo físico humano para la subsistencia
(el arado), inevitable e ineludiblemente colocaron a la fuerza física masculina y la movilidad en un
lugar privilegiado. Ninguna sociedad agraria conocida recordaba a los derechos de las mujeres.
(Este es un punto importante; si bien no quiero que sea el tema central, por lo menos
aclararemos que precisamente por la misma razón el 80% de las sociedades agrarias, donde sea
que hayan aparecido, se basaron en el trabajo con los esclavos, la esclavitud se postuló como la
manera normal, natural y ética para asegurar la mano de obra para la propia supervivencia; las
primeras "democracias" griegas ni siquiera lo cuestionaron, a pesar de que una de cada tres
personas eran esclavos , incluso la Constitución Americana, escrita en los albores de la
industrialización todavía fue , en gran parte, un documento agrario y supone a la esclavitud como
algo tan natural que ni siquiera tiene que ser mencionado o discutido: no hay que explicar que
"nosotros el pueblo" no incluye a los esclavos y a las mujeres.)
Pero con un siglo de la industrialización - que eliminó el énfasis en la fuerza física masculina (y la
esclavitud) y lo reemplazó por motores de género neutro - el movimiento de mujeres (y los
movimientos contra la esclavitud), ambos surgieron por primera vez en la historia (a gran escala):
estos movimientos de liberación estaban todos unidos por el hecho de que la fuerza física
masculina ya no era el principal determinante del poder cultural.
Por lo tanto, “La Vindicación de los Derechos de la Mujer” de Mary Wollstonecraft que fue escrito
en 1792 es el primer gran tratado feminista en la historia. No es que de repente, las mujeres se
convirtieron en inteligentes, fuertes y determinadas después de un millón de años de estar
oprimidas y engañadas: es que las estructuras sociales evolucionaron, por primera vez en la
historia, hasta el punto que de que la fuerza física ya no determinó el poder en la cultura. En tan
sólo unos pocos siglos - un parpadeo de tiempo evolutivo - las mujeres habían obtenido los
derechos legales a la propiedad, a votar, y de "ser personas ", es decir, tener la propiedad de sus
vidas.
(Y del mismo modo, el obispo William Wilberforce, en una campaña llevada a cabo con su amigo
de toda la vida, William Pitt, encabezó un movimiento que dio lugar, en 1807, a la abolición de la
trata de esclavos en el imperio británico. En Estados Unidos, una guerra librada en parte por
motivos de lucha contra la esclavitud pulverizó a más hombres en distintas batallas de los que se
perdieron en todo Vietnam - 48, 000 muertos en tres días en la batalla de Gettysburg en 1863; el
Presidente de entonces recordó al mundo, mediante un noble discurso, y con sólo 253 palabras,
que esta batalla se libró porque la nación estaba "dedicada a la proposición de que todos los
hombres son creados iguales ", una proposición despreciada por la naturaleza y por todas las
sociedades agrarias. Pronto "todos los hombres" se ampliaría a "todos "seres humanos - hombres,
mujeres, esclavos - y las democracias genuinas surgirían por primera vez en historia.)
Aquí ( en Occidente), entonces, había una revolución (y una serie de movimientos de liberación)
que en la todavía sociedad agraria del este no había - y ciertamente no participó en el
movimiento de mujeres y la real liberación política femenina. Y así, a pesar de todo el énfasis con
lo No dual y el Tantra con lo "Femenino" y la "Diosa", las mujeres en esas sociedades fueron y
siguen siendo relegadas a lo privado y a la esfera reproductiva (no soy el único que se ha
maravillado con las sociedades que han elogiado a la Diosa tántrica y a lo “ Femenino” - como la
India, el Tíbet - y, sin embargo, prácticamente no tienen mujeres en puestos de poder o influencia
pública. El punto es que esto no puede suceder en una base agraria: la adoración de lo "Femenino"
sigue siendo un poco de boca para afuera, porque la base no puede sostener aquella hermosa
visión).
Unir Oriente y Occidente en este momento de la historia significa, por lo tanto, unir el
extraordinario avance representado por la orientación No dual - que valora por igual lo
Ascendente y lo Descendente, la Sabiduría y la Compasión, el Vacío y la Forma, Eros y Agape,
Hombre y Mujer, el Cielo y la Tierra - con una base tecno-económico benigna industrial y
especialmente post-industrial , que es la única base que puede permitir que esta orientación No
dual se manifieste.
En pocas palabras, significa unir la orientación No dual con la base postindustrial. Es decir, la
orientación No dual con una base que no tenga diferencias de género. Esta sería, en el mejor
sentido, una perspectiva tántrica No dual y no solo una visión y una teoría, sino de hecho y en los
hechos, una manifestación.
Y todo esto significa una profunda amistad permanente con el dinero, la comida, el sexo y las
mujeres, ninguno de los cuales están presentes de manera significativa en los Senderos
meramente Ascendentes. (Al mismo tiempo, no queremos ir al otro extremo; muchos
movimientos de espiritualidad femeninos terminan tomando un sendero Descendente,
destacando solo el cuerpo y la biosfera, y Agape y la compasión -sin darle el valor verdadero a
Eros , la trascendencia y el Vacío - y por lo tanto terminan manifestando , sin parar, emociones y
desfilando una serie interminable de sentimientos egoicos preferentemente en una noche de luna
como si esto fuera la liberación).
Una amistad profunda y continua con el samsara, como la expresión perfecta de un omnipresente
Espíritu: es la revolución No dual, y situarla en una base tecno-económico que le permita
manifestarse: este es el gran proyecto de la posmodernidad. Esta unión no apareció (y no pudo
aparecer ) antes de la industrialización, y en la medida que avanzamos con cuidado en la era
postindustrial, corrigiendo los excesos y los efectos secundarios nocivos de la excesiva
industrialización, entonces tenemos la oportunidad, por primera vez en la historia, de comenzar
una orientación realmente No dual para el mundo (no sólo en teoría sino de hecho).
Y el truco, por supuesto, tiene que ver no con una abstinencia forzada y un condescendiente
juicio acerca del dinero, la comida y el sexo, sino en el uso adecuado y funcional de estas
relaciones como una expresión apropiada y funcional del Vacío, como una manifestación
apropiada de la Divinidad.
En esta difícil ecuación podemos errar en cualquiera de los dos extremos. El error Ascendente
estándar: todos los aspectos del samsara son malos y deben ser desinfectados con disgusto (no
tocar: el dinero, la comida, el sexo, la tierra, el cuerpo, las mujeres). Pero el otro extremo (la
Descendente) es igualmente atractiva: excesos en los deseos personales y los impulsos bajo el
pretexto de que "todo es Espíritu" - una especie de hippie dharma, ritmo zen, artificial
autoindulgencia que confunde el whoppee ego ( una exclamación del ego) con la trascendencia
del ego.
El modo en que los individuos (y los profesores) deciden manejar esa delicada ecuación (integrar
tanto lo ascendente y lo descendente en el corazón No dual), voy a dejarlo a cargo de los
individuos (que es de hecho otro tema). Mi punto aquí es que todavía vemos una ambivalencia
extraordinaria con culpa y disgusto con la idea de que el Dharma y el dinero no deben jamás
cruzarse en absoluto.
Y esto es profundamente confuso para el propio pensamiento. Por supuesto, si algunas personas
no pueden darse el lujo de asistir a una Clase de Dharma, entonces queremos hacer todo lo
posible para que puedan asistir. Pero eso es un tema completamente distinto, y en el fondo no es
de ninguna manera diferente a cualquier otro servicio: Creo que la mayoría de la gente cree que
que los servicios médicos básicos deben estar a disposición de las personas independientemente
de su capacidad de pago. De la misma forma debemos hacer que el Dharma sea disponible para
las personas sin tener en cuenta la capacidad de pago.
Pero eso no es lo que preocupa a mucha gente (y a tantos maestros del Dharma). Más bien,
tienden a pensar que si incluso la gente puede permitirse el lujo de pagar no deberían tener que
hacerlo. Ese Dharma esta "por encima de todo eso"; el Dharma no se debe ensuciar con dinero
sucio. En otras palabras, el Dharma debe presentarse a disgusto con el reino ordinario. Así que la
"pureza" del Dharma está más allá de todo eso.
Pero eso es puramente agrario, ascendente, anti-este-mundo sin sentido . En su pretensión de
pureza se esconde un disgusto con la manifestación. En su reivindicación de la libertad, se esconde
una esclavitud a otro mundo que no toca las realidades básicas de la existencia en este mundo. En
su pretensión de claridad moral, se esconde un juicio moral en el que el samsara está podrido
hasta la médula.
Ganancias deshonestas. No toque el reino ordinario. Con los ojos siempre hacia arriba, vamos a
trascender solamente: no entremos, con cuidado y compasión, en los intercambios relacionales
que definen este mundo: las relaciones con los alimentos , el sexo, y el dinero.
Y vamos por nuestros ideales, hacia las sabias sociedades agrarias que se negaron al intercambio
monetario (y, de hecho, lo han condenado). Estamos utilizando las normas éticas adecuadas a la
estructura agraria para un mundo posmoderno en el que no se aplican ni siquiera vagamente. La
estructura agraria se ha apoyado en los yoguis y mendigos con limosnas y donaciones - ellos no
tenían que preocuparse por el dinero, o de un lugar para vivir, o cómo pagar los impuestos - y es
muy fácil condenar algo que se da libremente de todas formas.
Todo esto, en el mundo posmoderno, es crear y hacer cumplir una hipocresía viciosa. Como los
individuos y los maestros deben obtener la financiación necesaria para poder sobrevivir, y como
el dinero es malo, entonces con conciencia de culpa recaudan el dinero, pero lo llaman otra cosa
(donaciones "libres"). Tengamos en cuenta que Ramana no aceptó el dinero ( ya que fue apoyado
por los devotos, por supuesto), el Dalai Lama no acepta dinero (sólo tiene un pequeño país entero
que lo apoya). Y Dios no quiera que algún profesor se encuentre conduciendo un BMW: el diablo,
sin duda, le obliga a hacerlo.
Y lo que es peor: el mensaje que sale del Dharma no es cómo ser responsable acerca del dinero
sino de encontrar la forma de evitar esa responsabilidad. El Dharma puro no toca billetes: por lo
tanto, los practicantes puros no deben preocuparse por el dinero. Lo que significa que un buen
profesional debe estar completa y totalmente fuera de contacto con la realidad.
A nadie le gusta ver a la espiritualidad abusada por una codicia monetaria exorbitante - Jimmy
Swaggart o Oral Roberts (o Rajneesh, etc) succionando dólares a los incautos. Pero lo contrario de
dinero codicioso no es “no hay dinero”, sino el uso adecuado del dinero. La lista Ascendente debe
ser modificada y completada: alimentos correctos, el sexo correcto, y los dólares correctos.
Mi propio punto de vista es incluso más fuerte. Creo que este hippie dharma (sucio lucro)
realmente desvaloriza a el Dharma. Se envía el mensaje de que el Dharma no tiene la menor idea
de cómo se hace en el mundo real. Se envía el mensaje de que el Dharma, sin sentido ascendente
es puritano, muerto del cuello para abajo. Se envía el mensaje de que Dharma no puede tocar el
dinero sin ensuciarse. Y eso es lo más barato de lo barato.
Como ya he dicho, creo que se debe hacer todo esfuerzo pragmático para hacer que el Dharma
este a disposición de cualquier persona, independientemente de su capacidad de pago (volveré
sobre esto en un momento). Pero eso es completamente diferente de la postura que dice que
Dharma nunca debe ser pagado por sus esfuerzos.
En otras palabras, estas dos cuestiones son totalmente independientes – poner al Dharma a
disposición de los que no se lo pueden permitir, y la noción de que Dharma no debe pagarse en
absoluto. El primero es loable, noble y honorable, este último es patético, retrasado, regresivo y
obsceno. Y un Dharma disgustado con el dominio ordinario: Eso no es un libre Dharma, sino que
es un Dharma barato, incapaz de aceptar el dominio ordinario con cuidado , preocupación e
inteligencia.
El dinero es el poder del intercambio relacional en el dominio ordinario. Es el modo apropiado de
permitir que los bienes y servicios se muevan en el ámbito ordinario. Y un Dharma que incluye (y
no desprecia a) el dominio ordinario, es un Dharma que opera con los billetes correspondientes y
un Dharma así se mueve en el mundo moderno y postmoderno, sin este elogio de la locura
agraria, sexista, ascendente, puritana, anti-cuerpo ,anti-tierra, anti-mujeres y, créanme, se trata de
un buen acuerdo.
La cuestión entonces pasa por, no si el Dharma y los dólares deben jamás cruzarse (por supuesto
deben hacerlo) sino más bien, ¿cómo podemos hacer al Dharma disponible para aquellos que no
pueden pagar?
Y aquí la cuestión se vuelve mucho más prosaica y ordinaria y es cómo hacer lo que hacemos en
cualquier campo y con cualquier producto o servicio. No hay absolutamente nada de especial
sobre el Dharma en este sentido. ¿Cómo llegamos al intercambio equitativo de todos modos?
Por ejemplo, yo he ganado dinero en la universidad dando clases. Yo no podía decidir sobre un
precio fijo debido a que algunos estudiantes tenían mucho dinero y otros muy poco . Así que les
cobraba por hora según lo que hacían en una hora (o un valor equivalente, con el hijo de un
médico cobra lo que el médico hacía en una hora). Esto significaba que tenía algunos que pagaban
$ 3,75 a hora (salario mínimo en el tiempo), y unos pocos que pagaron alrededor de cien dólares
la hora (que, curiosamente, no parecía importarles).
En ningún momento se me ocurrió hacerlo totalmente gratis por cuestión de principios (porque es
un principio estúpido; y completamente diferente de hacerlo de forma gratuita o casi gratuita, por
la razón pragmática que no pueden afrontar el gasto).
Este tipo de escala móvil se utiliza con frecuencia en despachos de abogados ,de médicos , en
psicoterapia, y en los servicios sociales, y yo personalmente estoy muy encariñado con ella. Por
desgracia, es bastante difícil de aplicar a los seminarios y retiros y eventos similares del Dharma,
porque la recaudación de cuentas es muy compleja, pero puede haber varias áreas de la
enseñanza del Dharma, donde pueda aplicarse creativamente.
Asimismo, existen diversos tipos de actividades que se pueden organizar con una política
monetaria diferencial. Por ejemplo, algunos profesores pueden dar conferencias gratuitas y
abiertas a todos y, a continuación, los estudiantes interesados pueden inscribirse en sesiones
individuales especiales o en grupo con una política de carga monetaria (de nuevo, se pueden
organizar en una escala móvil o no, dependiendo de las circunstancias, y las becas siempre pueden
estar disponibles para los practicantes sinceros pero en desventaja económica , no porque el
Dharma no debe tocar el dinero, sino porque hace concesiones felices a los menos afortunados).
Pero el supuesto Dharma "libre" (como una cuestión de "pureza"), es decir el Dharma barato,
envía el mensaje inequívoco de que el Dharma no tiene ningún valor y que usted también puede
perder todo su valor si practica lo suficiente. Se envía el mensaje de que Dharma no asume
ninguna responsabilidad madura para el intercambio relacional ordinario y que, también, puedes
ser totalmente irresponsable si te aplicas diligentemente. Se envía el mensaje inequívoco de que
"liberación" e "incompetencia" son idénticos.
Y lo peor de todo es que establece una atmósfera generalizada de hipocresía, porque el
intercambio relacional ordinario es de hecho inevitable en cualquier caso, entonces el dinero debe
surgir de otras fuentes y ser llamado por otros nombres: un constante besar a clientes ricos,
folletos serviles para un "puro" Dharma que no se mancilla con ganancias deshonestas; degradar
a los profesores y la enseñanza de una "pureza" que esconde la cara de vergüenza frente a las
exigencias del mundo real, le da la espalda por la humillación de los rigores de la rectitud
financiera y llama a todo este disimulo "libre" y "puro".
Hay maestros del Dharma superdotados que tienen más de 20 años de experiencia y sabiduría – y
que, mediante su enseñanza salvan a sus alumnos de enormes gastos de tiempo y dinero (y
sufrimiento) - y ,sin embargo, rechinan los dientes y hacen muecas cuando piden 5 dólares para
cubrir sus gastos.
Esta no es la trascendencia, esto es un lamentable puritanismo con sentimiento de culpa. El vacío
no aliviará usted , a mí, o a cualquier otra persona de la necesidad de intercambio relacional
adecuado en el mundo manifiesto. Estar menos apegados al dinero no significa tener menos
dinero: menos apegados no significa que no se toca. Significa gracia al tocar y no restringirse
hasta la muerte. Significa tocar con las manos abiertas, lo que no significa cortarse las manos.
Yo mismo he sido pobre la mayor parte de mi vida adulta (fui un lavaplatos y ayudante de
camarero y trabajé como asistente en una gasolinera durante una década), hasta que mis libros
empezaron a hacer dinero (bastante tarde en el juego) y luego Treya me dejó algunos pozos de
petróleo y gas en Texas, por lo que ahora no tengo que preocuparme demasiado por el dinero.
Pero mi opinión sobre este asunto era diferente entonces como no lo es ahora: Los dólares y el
Dharma no son incompatibles ya que representan un intercambio monetario adecuado y
funcional, y es una manifestación de lo divino en la vida cotidiana, al igual que los alimentos
adecuados y la sexualidad adecuada.
Y en cuanto a la visión desdeñosa - el vil metal - les garantizo que, por razones estructurales, esta
visión está indeleblemente ligada a una postura anticuerpo, anti-tierra, anti-ecológica, anti-mujer,
anti-sexo: en todos los sentidos, un paquete (que históricamente surgieron juntos, y sólo caerán
juntos: ya que están unidos por estructuras ocultas de intercambio relacional).
Y vamos a arrastrar al Dharma, pataleando y gritando, al mundo moderno y postmoderno sólo
cuando todas y cada uno de estas posiciones "anti" (dinero, comida, sexo, cuerpo, tierra, mujer) se
ataquen simultáneamente: se mantienen o caen juntas.
Ha llegado el momento de acabar con este Dharma basado en lo barato, el tiempo para dejar de
anunciar ese Dharma que no sirve para nada, el tiempo para detener lo que implica que un buen
profesional no tenga un centavo; el tiempo para dejar este abuso espiritual infantil.
Es un tiempo, más bien, para entrar en el reino manifiesto de una manera adecuada y funcional
que incluye el intercambio relacional - de dinero, comida, sexo, cuerpo, tierra – y comprender
que , como dijo Plotino , esta tierra y todos sus bienes se convierte en un ser bendecido, y se
santifica cada evento tocándolo con la gracia, no la desinfectándolo con disgusto.
Ken Wilber
Traducción : Diego Martini

domingo, 7 de febrero de 2016

WILBER Y SUS MALENTENDIDOS ACERCA DE LA EVOLUCIÓN:



En “Una breve historia de todas las cosas” (1996), Wilber escribe en las páginas 22-3 lo siguiente acerca de su comprensión de la teoría de la evolución actual:
 “Ya nadie cree en la explicación simplista, neodarwinista , de la selección natural. La evolución opera claramente por la selección natural darwiniana, pero este proceso selecciona aquellas transformaciones que ya han ocurrido por mecanismos que absolutamente nadie  entiende .... Tome la noción estándar  de que  las alas evolucionaron  simplemente de las patas delanteras. Se necesita tal vez un centenar de mutaciones para producir un ala funcional de una pierna, un semi-ala no es suficiente. Una semi-ala no es tan buena como una pierna y no sirve como un ala . No se puede correr y no se puede volar. No tiene ningún valor adaptativo en absoluto. En otras palabras, con una media de ala sos la cena. Esto sólo funcionará si estas cien mutaciones ocurren todas a la vez en un animal, y también estas mismas mutaciones deben ocurrir simultáneamente en otro animal del sexo opuesto…. Esto es, absolutamente, totalmente, alucinante . Las mutaciones al azar no pueden ni siquiera comenzar a explicar esto. La gran mayoría de las mutaciones son letales; ¿cómo se puede conseguir  que se produzcan un centenar de mutaciones no letales al  mismo tiempo? ¿O incluso cuatro o cinco? Y una vez que se ha producido esta increíble transformación, a continuación, la selección natural selecciona las mejores alas? Nadie tiene idea como es esto… Por el momento, todo el mundo ha aceptado simplemente en  llamar a esto "evolución cuántica" o "evolución puntuada" o "evolución emergente" – novedosos  , emergentes  e increíblemente complejos holones vienen a la existencia de un gran salto, sin evidencia alguna de formas intermedias. Decenas o cientos de mutaciones simultáneas no letales tienen que ocurrir al mismo tiempo con el fin de sobrevivir ( el ala, por ejemplo, o el globo ocular).”
¡Guauu! Casi puedo ver a Charles Darwin revolcándose en su tumba, a Stephen Jay Gould desmayado en un partido de los Yankees,  a Richard Dawkins escupiendo su cerveza en un bar de  Oxford   y a Pat Robertson alabando a Jesús diciendo: "¿Cuándo Wilber  se convirtió al creacionismo? Él está de nuestro lado ahora.
Habiendo estudiado la teoría  darwiniana (y sus diversas manifestaciones, incluyendo el equilibrio puntuado) en la escuela primaria, en la secundaria, en la universidad y en los programas de doctorado, durante los últimos diecisiete años, debo decir que la mención de  Wilber sobre lo que la evolución es me desconcierta.
No sólo es Wilber inexacto sobre cómo la evolución es (Wilber dice "absolutamente nadie cree en  esto " –que se lo diga a los dos escritores más populares sobre la evolución de hoy) sino que también es errónea su comprensión de los detalles de cómo la selección natural funciona. Uno sólo puede preguntarse  si  Wilber ha leído bien a Darwin, o Gould, o María, o Dawkins, o Wilson, o incluso Russell.
Ninguna de estas personas estaría de acuerdo con la evaluación de Wilber.

De hecho, han escrito mucho contra el tipo de argumento Wilber presenta. Como Dennett señala ,la evolución procede por medio de grúas (una buena metáfora para explicar que la evolución trabaja poco a poco y en un proceso algorítmico, 1 paso 2 paso 3 paso), no por mediante “ skyhooks”  (procesos no algorítmicos: 1 paso , a continuación, un avión, o 1 beso, 2 besos, luego gemelos del bebé!).
Wilber no parece entender que los procesos de la evolución son ciegos. Él pretende que sea con los “ojos abiertos”, como si la selección natural de repente se despierta cuando se entera de que un "ala se ha formado"  o que un "ojo se ha completado". La selección natural no "comienza" cuando se forma el ojo; funciona todo el tiempo sin ninguna intención consciente en absoluto.
No quiero sonar como un profesor tonto, pero si Wilber me  convirtió en la cita anterior en un estudiante universitario tratándome de explicar la visión actual de la teoría evolutiva, yo le daría una "F" y pediría verlo en mi oficina. ¿Por qué? No porque no puede haber debates saludables sobre la teoría de la evolución, sino porque Wilber ha falseado los fundamentos de la selección natural.
Por otra parte, su presentación de como la evolución se ve hoy en día es tan sesgada que Wilber tiene más en común con los creacionistas que con los evolucionistas, a pesar de que piensa  estar mostrando la visión actual de los evolucionistas.
Y por si fuera poco, las gruesas exageraciones  de Wilber son francamente inmaduras (¿es así como la psicología transpersonal debe ser "fundada”?). No es de extrañar que la psicología transpersonal tenga problemas. Si Wilber no puede representar con exactitud el argumento subyacente de su sistema holónico, entonces ¿por qué deberían los materialistas / empiristas creer en  su teoría  del ámbito trans-racional?
Bueno, no deben hacerlo si  en realidad no pueden obtener los datos directamente en el nivel holónico que todos podamos ver .... Pero suficiente de mi reprimenda, tomemos a  Richard Dawkins y  su libro, El río del Edén (que no debe confundirse con otra visión equivocada de Wilber de la evolución, Después del Edén),   y como muestra que los planteamientos de Wilber son  exageraciones que malinterpretan la verdad.
Tengan en cuenta que Dawkins se dirige a los creacionistas, a pesar de que la siguiente cita parece que está respondiendo directamente a la campaña de desinformación de Wilber. (Tengan en cuenta también que voy a poner mis comentarios a través de Wilber entre paréntesis.) [Cita de Richard Dawkins Río del Edén, páginas 76-79]
“La mención de los ojos malos y buenos ojos me lleva al  [? Wilber] enigma favorito de los creacionistas. ¿Cuál es el uso de un ojo malo (la mitad de un ojo)? [Lo mismo dice  Wilber: “semi- ala '] ¿Cómo puede la selección natural favorecer un ojo que es menos que perfecto [según Wilber no puede; de acuerdo con la evolución puede fácilmente]. . . Existe un gradiente, un continuo, de la tarea para la que se podría utilizar un ojo. Estoy , ahora, usando mis  ojos para reconocer las letras del alfabeto en que aparecen en la pantalla del ordenador. Usted necesita buenos ojos para hacer eso. He llegado a una edad en que ya no leo sin la ayuda de gafas. Aquí tenemos otro continuum un continuo de edad.
Cualquier ser humano normal, sin importar la edad, tiene una mejor visión que un insecto. Muchas tareas  pueden ser útilmente logradas por personas con visión relativamente pobre. Pueden jugar al tenis con visión bastante borrosa. . .. Hay una continuidad de tareas en las  que se podría usar un ojo, de tal manera que para una determinada calidad de ojo, desde magníficas a terribles, hay un nivel de tarea en el cual una mejora marginal en la visión hace toda la diferencia. Por tanto, no hay ninguna dificultad en la comprensión de la evolución gradual del ojo, desde los primitivos y rudimentarios inicios, a través de una transición sin tropiezos de los intermedios, a la perfección que buscamos en un halcón o un joven humano.
Así, la pregunta de  los creacionistas de cuál es el uso de la mitad de un ojo es una cuestión  fácil de contestar. La mitad de un ojo es tan solo el 1 por ciento mejor que el 49 por ciento de un ojo, que ya es mejor que un 48 por ciento, y la diferencia es significativa. "Hablando como un físico, yo no creo que haya habido tiempo suficiente para que un órgano tan complicado como el ojo haya evolucionado a partir de la nada.” Cuando se dice "el" ojo, por cierto, uno implícitamente  piensa que significa el ojo de los vertebrados, pero reparables ojos de formación de imágenes han evolucionado entre cuarenta y sesenta veces, de forma independiente a partir de cero, en muchos diferentes grupos de invertebrados ....”
A continuación, tenemos a  Gould, Dennett, Darwin, o Berra :
“Los creacionistas [Wilber nuevamente?] hacen frecuentemente el falso argumento de que un ojo (o el oído, ala, pulmón, etc.) no pueden haber evolucionado porque durante  las etapas intermedias son imperfectos y por lo tanto no son funcionales. Pierden el punto  de que una estructura no necesita estar en una forma final  para conferir una ventaja. Una  media visión es mejor que nada . . Los ojos no surgen repentinamente de la nada. Ellos evolucionaron gradualmente a lo largo de centenares de millones de años por mejoras incrementales con respecto a los modelos anteriores....
Ahora bien, sin duda, Gould y Eldredge han postulado una versión "rápida" de la evolución darwiniana (equilibrio puntuado), pero no están diciendo lo que Wilber sugiere: que algo místico está sucediendo. Más bien, simplemente sucede que si la evolución es en su mayoría un baile lento, de vez en cuando surge algún momento de tecno hip-hop .... Sin embargo, a través de ella todos los pies están haciendo el movimiento, no una fuerza de trans-racional ....  Los comentarios sobre la evolución de Wilber son tan atroces  no por ser un creacionista  con inclinaciones budistas, sino por  tergiversar el estado actual de la biología evolutiva, sugiriendo que de alguna manera él se encuentra  por encima de lo que está ocurriendo actualmente en el campo.
Y Wilber lo hace gracias a la exageración, a  declaraciones falsas, y al uso de la retórica. Aunque pueda parecer que este problema de incomprensión acerca de la evolución es un pequeño capítulo en la labor general de Wilber, es fundamental para su pensamiento que nos hace preguntar acerca de todo el edificio en el que él ha construido el espectro de su psicología. Como dice el cliché, "Dios reside en los detalles." Son esos detalles que Wilber ha ensuciado consistentemente.
 Wilber tergiversó y falsificó el estado actual del campo de los estudios evolutivos. Si él no quiere creer en la evolución darwiniana, o la evolución algorítmica, entonces que así sea, pero al menos que sea  cierta  su valoración de la disciplina. Wilber ilustra una falta básica de entendimiento.
En la terminología que he estado usando, Wilber busca el Super-Contexto, olvidando en el proceso que todo texto tiene un pretexto y cada contexto se basa en el reino holónico que le precede. Wilber parece olvidar sus propias inclinaciones, sugiriendo que  se ha producido algo "misterioso" cuando en realidad es mucho más sencillo. Las cosas, como Feynman podría decir,  surgen de las cosas más pequeñas.  Hay que mirar primero a las cosas más pequeñas y cada-cosa se vuelve un poco  más clara. Wilber quiere evitar los ingredientes ( pequeñas cosas) en su receta transpersonal postulando un primer principio  llamado Conciencia. De acuerdo, pero entonces no utilice ese contexto para malinterpretar el pretexto de evolucionistas moleculares.
DAVID LANE
traducción: Diego Martini

Comentarios acerca del artículo:
Lane acusa a Wilber de creacionista y de persona mal informada en lo referente a la Teoría de la Evolución. Es bastante duro y por momentos hasta despectivo. Según Lane, Wilber reduce la Evolución a la Conciencia Transpersonal. Por otro lado critica sus principios emergentes ( Eros en acción) y sostiene que la evolución sucede paso a paso. 
Creo interesante para todos los wilberianos ( dentro de los cuales me incluyo) leer a autores que critican su teoría intergal para poder comprenderla con mayor exactitud. 
Diego Martini